Danae
... y el corazón allá en su lecho,
es cubierto en espesura,
poniendole vendaje,
a los ojos del querer.
Es la furia de lo profano, lo salvaje, lo indomable
quien le pone ataduras,
lastimando por doquier,
la belleza del saber querer.
Todo se reduce a la nada cuando el corazón está tan receloso y maniatado que no se abre al amor.
Un poema reflexión con mucho mensaje, Mara.
Un abrazo, corazón.
20/03/10 04:03