Tú, mi bello durmiente,
bates tus alas bajo las sabanas,
encontrando la guarida de tu reposo.
Escampas en vuelos nocturnos,
de sueños abrasadores,
surcando el horizonte,
la fina linea entre lo real e imaginario,
en busca de desvelos,
cuentos de niño,
como el Peter Pan de nuestro tiempo.
Inmerso en un subconsciente
de composiones extrañas, navegas,
tambaleando tu cuerpo a la deriva.
Pernoctas a mi vera,
con tu carita bella
y tu boquita angelicalmente entreabierta.
Es tu remanso de paz,
fragil, fresco, delicado,
cual estación primaveral,
despertando al despuntar el día.
Me encanta Mara,
me vas hacer preso de tus escritos,
abrazos........