El aparecia,
Y todas las cosas se desordenaban de nuevo.
Todo se sacudía y volvía a quedar tirado por el piso&
todo lo que había acomodado con mucha dedicación.
Pensamientos, inseguridades&
Todo catalogado y rotulado sobre los anaqueles estaba nuevamente mezclado.
Había realizado hasta una lista&
Si, una lista,
de cosas urgentes por solucionar,
de pendientes que necesitaban ser revisados.
Y volvía a aparecer y todo rodaba por la superficie&
El parecía disfrutar el desorden,
tomaba cada parte y las rasgaba a su antojo poniendo etiquetas donde no iban,
usando palabras crueles y dolorosas.
Y yo lo miraba divertirse.
Le explicaba lo que no necesitaba argumentos
Cuando no encontraba entretenimiento se retiraba.
Miraba despreciando el desastre hecho y terminaba por dejar a un costado lo poco que quedaba en pie.
Y desaparecía entre las sombras.
Se hacía invisible hasta la próxima oportunidad que silencioso o ante algún llamado mio
volvia a dejar en pedazos mi mundo.
Y lo peor de todo esto es que yo lo esperaba, aunque sabía lo que dejaba a su paso,
A veces me pregunto qué lección necesitaba aprender,
talvez quererme mas de lo que lo queria a el...
Buena pregunta... quizás es que necesitas ese desorden para sentir que estás viva o simplemente amás a alguien que cree que merece toda la atención.
Un grato saludo