Viví en tierra de tita Merello y terminé en el barrio de Maria Elena Walsh
Mujeres bravas, luchadoras incansables
Llevando su arte delante de todos
Creando la magia, sembrando estrellas.
Quien nos guiara más que sus obras
De cantos afinados y lágrimas que se derraman
Historias, leyendas y versos continuados
Tiernas melodías de ojos empañados
Este barrio esconde el misticismo que alumbra
El farol de la otra cuadra que intenta
Sacar de las sombras las siluetas torcidas
De los fantasmas que corren por sus estrechas calles
Cantemos bajito así no nos oyen
Y si se van lejos mejor que ni vuelvan
Así abrazados podemos levantar la voz,
Y armar de a poco memorias sin vencimiento
Barrio que me tocó ser parte,
Profundas tristezas viste pasar
Me llenas de la niebla de la melancolía,
Y me emocionas con el perfume de sabias mujeres que por tus calles viste danzar
