La Atracción En El Momento
Del Saludo [v2]
Tal vez sea mejor que no analices cómo nos conocimos, porque puede ser bochornoso para alguien. O para ambos.
Gran parte de lo que voy a relatar servirá para que puedas entender a la gente que admiro. Un día te sorprenderás. Pese a mi supuesta actitud vacilona y caradura, falto de humildad o lo que te apetezca opinar, es muy probable que sienta gran admiración por ti.
Primero, la postura corporal. Hombros erguidos, cabeza orgullosamente alzada, y qué hace con sus manos. Firmeza. Que preste atención a lo que está haciendo.
Después...
Si se presenta directamente sin más y dice claramente su nombre, vocalizando, pues oye... genial.
Si me presentan a la persona, pues que preste atención, y si intuye que quién nos está presentando no se sabe el nombre, le ahorra el mal trago y se anticipa.
Ni una ni otra: me presento yo y espero que me preste atención. Me da igual que se aprenda mi nombre o no (yo no recordaré el suyo, seguro), pero que me mire a los ojos.
Inmediatamente:
Si es chica, espero dos besos. Dije besos. Sí... besos. No me valen dos mejillas al aire. Y me molesta SOBERANAMENTE que me hablen mientras se supone que me deberían estar dando dos besos de cortesía, en silencio. Si me toca el brazo, BINGO. Merece mi atención y admiración... al parecer es una persona cercana, con pocos tabús y muy pocos miedos.
Si es chico, espero que me dé la mano. Ni que me la retuerza, ni que me demuestre lo machote que es. Respeto y convicción, solo eso. Y si es un nuevo familiar, dos besos o un abrazo nunca sobran.
Si es una persona mayor, hay que añadir que espero (cual perro premiado) una carantoña, una aprobación física, o como mínimo que me agarren el brazo como si esperasen que se les pegase algo de mi alegría y juventud.
Oler:
Durante éste lapso tan breve, que yo he expresado tan largamente, aprovecho para OLER a la persona. No lo hago a voluntad, me sale solo. Palabra.
Muy diferente es cuando no puedo resistirme y me encanta el olor de la persona. Si puedo sutilmente, y si no, descaradamente, vuelvo a oler a ésa persona y le digo lo mucho que me gusta su olor. Debe saberlo. No me gusta que la gente huela "a mal" y me gusta decirle a la gente que me huele "bien" que me encanta su olor. Normalmente no se ponen nada, igual es su ropa o su propio olor, pero cuando encuentro buenos perfumes... ufff... que cosa...
Me suelo callar cuando la persona APESTA a tabaco. De hecho, suelo hablar más bien poco con esa gente. No me gustan.
Tampoco me gusta cuando alguien huele como si hiciera una mala digestión, pero no les culpo. A mi, cuando me lo noto, lo paso fatal. Sin embargo, hay alientos que pese a oler, me atraen. ¡Mucho! Muy curioso, porque supuestamente no debería suceder... pero algunas veces me ha apetecido mucho besar una boca solo por su aroma.
Tocar:
Si todo ha ido bien, si la persona me gusta, me suele apetecer tocarle o que me toque. De modo muy sutil, sin ser nada agresivo. Una palmada, un toquecillo en el brazo... algo así, sencillo pero que indique que no me alegro del fin del compromiso social, que no me estoy alegrando de desembarazarme de tal pesadumbre de persona.
El tono de voz:
Si lo que en ésos pocos minutos ha sucedido va acompañado de un tono relajado, me encaaaaanta. Un poco de seducción en la voz es algo hermoso. Todo el mundo tiene registros de voz que puede modular. Si alguien no lo hace conmigo, posiblemente en ese momento no me haya prestado la suficiente atención, está concentrándose en otras cosas, o yo no le parezco extremadamente especial. Y unas risas, o como mínimo una sonrisa. ¡Qué menos! No he venido a secuestrarte, sino a conocerte (porque me apetece).
Qué cosa rara... me doy cuenta que destilando el saludo encuentro lo que más me gusta de las personas:
Descaro, una actitud despierta, empatía, inteligencia, "saber estar", ternura, respeto, instintos animales y simpatía. De hecho, busco lo natural, no lo retorcido.
Es muy probable que te veas reflejado aquí, sea por el motivo que sea. Más si nos saludamos... tal vez fue atracción lo que sentí por ti.
