Es un brillo sin estrellas
son dos puñales afilados y redondos,
muchas sentencias sin voz que las confirme
o tan sólo palabras descansado en un cerrado salón. .
Concibiéndose inquisitiva y tentadora
hace sus siervos al aspecto y momento,
consigue desfigurar al perfecto personaje
que queda oculto en el interior de un escuadrón.
Desborda crítica espumosa
rellena de solvencia cualquier quimera
se instituye en redentora de la culpa
o condena la esperanza de un triste corazón.
A veces caprichosa otras un tanto cobarde,
algunas quizá valiente, otroras tal vez locura
o disparate, en cualquier caso una estancia
con viaje directo a la la imaginación.
No es ni oblicua, ni recta, ni sinuosa...
Tiene dispuestos los dardos certeros
que en diana ajena se clavaran para siempre
dando sentimientos a la aburrida razón.