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El Viaje Inesperado

Laboraba para una firma que vendía hardware y era el mejor en su ramo. La filial del vecino país de Childivia le había girado invitación para que visitara el balneario de Costa Dorada como un estímulo para que mantuviera sus cifras como mejor vendedor de la región. Tomó sus alimentos junto a otros vendedores locales, cerca de las 12, Martínez había vuelto solo al hotel donde se alojaba el resto de extranjeros.

Al cruzar la muy transitada avenida Venancio Lira que está frente al hotel, fue embestido por un bus, Gerardo iba hablando por teléfono y por eso no vió al vehículo, lo llevaron al hospital más cercano.

Mientras era atendido en la sala de emergencias del hospital, el médico de guardia observó que Gerardo comenzaba a desvariar en su relato y requirió de inmediato estudios neurológicos. No hubo tiempo: Martínez sufrió un paro cardíaco, debido a la fuerte presión que ocasionaban sobre sus pulmones las lesiones intercostales. Durante 40 minutos diez médicos y asistentes procuraron reanimarlo. Había que intervenirlo quirúrgicamente o moriría.

Lo que todos ignoraban en ese momento es que Gerardo Martínez era Testigo de Jehová y esta iglesia prohíbe a sus fieles las transfusiones de sangre e incluso de los "componentes primarios" de la sangre, lo que significa glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma. Mientras hurgaban sus efectos personales hallaron una tarjeta en la que se identificaba como fiel de esa secta. El era soltero y no tenía hijos. Sin la firma de un familiar directo, no se podía tomar ninguna decisión.

Optaron por lo más práctico, lo operaron con éxito y lo llevaron a la sala de recuperación. Estando ahí se puso como loco cuando vió que no respetaron su rechazo por utilizar esas técnicas para mantenerlo con vida. Se veía venir una demanda, pero es que acaso era mejor dejarlo morir?

Se armó un gran revuelo y mientras convalecía Martínez se filtró la noticia a los medios.

Una activista pro vida que estuvo en una manifestación en las afueras del hospital fue captada por las cámaras de televisión y daba declaraciones:

- Los TJ's son recontra conocidos por no dar datos exactos, como que te dejan en el aire para que tú interpretes como quieras y no asumir ninguna responsabilidad sobre sus prácticas y enseñanzas...

Otro que fue entrevistado se pronunciaba:

- Digo yo, ¿hay que pensar demasiado en la interpretación que le dió el teólogo de esta secta en 1945, para evitar morir por una tontería como esta?.

Dios mío, si un familiar mío se estuviera muriendo y hay que hacerle transfusión de sangre, hay que hacersela!!! si no la cosa se pone fea, si todos somos creados por Dios, de la misma sangre, no se por qué pero perdonenme la palabra, tantas estupideces que se inventan los TJ.

Pasó el revuelo que había causado y lo mandaron de regreso para su país.

Gerardo no se murió pero fue expulsado de su iglesia, no pidió clemencia, había disfrutado su merecido premio hasta que le pasó lo que le pasó, consiguió novia luego de que se hizo famoso, llegando a formar una familia y todo después del que fue su primer viaje al exterior.

Gerardo no se murió pero el minuto de silencio en el convivio hubiera sido en su memoria.
Mariolino05 de marzo de 2009

1 Comentarios

  • Mejorana

    Una buena cr?tica sobre las tonter?as de las religiones.
    Qu? pena.

    07/03/09 10:03

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