Me desvelo cada noche, siempre a la misma hora, como si mi cuerpo ya tuviera puesto el despertador interno.
Observo tu figura en relieve a mi lado…Escucho tu respiración pausada, y dentro de mi pecho empieza a aparecer un dolor intenso, es mi corazón, que no sabe qué hacer. A veces no sé si llora o lucha.
Quiero que esta sensación acabe, esta sensación que provoca que no pueda avanzar, o que avance demasiado hacia un lado que no tengo claro si quiero ir.
Pienso en todas las cosas que hemos vivido juntos,en como siempre me has apoyado en todo, ofreciendome un abrazo o un beso cuando más lo necesitaba, mirandome con amor y ternura. Ojala tuviera las cosas tan claras como tú, ojala no me planteara otros caminos, otra vida...Pero lo hago,no puedo evitarlo, tengo miedo por tomar la decisión equivocada y arrepentirme, pero también tengo miedo de arrepentirme por no haberla tomado y mi parte egoista quiere empujarme a que tome una decisión ya.
No quiero que pienses que no te quiero, porque sino no me costaría tanto tomar la decisión, has formado parte de mi vida durante muchisimo tiempo y lo último que quiero es hacerte daño.Por eso intento levantarme cada día con energía para afrontar otro día, un día que me convencerá de que estoy en el lugar y con la persona correcta sin ninguna duda, hasta que llega la noche…
