¿tÚ Como Miras?
Me considero una persona que no se deja arrinconar por cualquier cosa, una persona que ha llegado a un punto en el que poco importa lo que la gente piense de ella. Solo me importa el sentirme bien conmigo misma y mirar la vida con positividad y optimismo.
No me gustan las personas que miran por encima del hombro y que pretenden impresionarte con historias fantásticas que no se las creen ni ellos. Porque aunque es posible que no sean tan interesantes, las cosas reales, las que te hunden en la miseria o las que te levantan al Olimpo, son las que valen la pena escuchar.
Tengo la suerte de que en mi vida me rodeo de personas optimistas, también quiero pensar que es lo que atraigo, personas que me hacen bien y que no están estancadas en la negatividad. Ya que como dice el refrán, “no hay mal que por bien no venga”. Y esto es completamente cierto, cuando te pasa algo que piensas que no puedes superar, más adelante pasa algo maravilloso sin el cual no hubiera sido posible si lo anterior no hubiera sucedido.
Quiero ver siempre el vaso medio lleno y tener la capacidad de alejarme de personas toxicas que ven el mundo con las mismas gafas cada día. Personas que no entienden tu manera de ser y de pensar y que te tratan como loca, simplemente porque no ves que el mundo se está acabando, si no que ves un aprendizaje, un aprendizaje que posiblemente me haga más fuerte.
La envidia, la autocompasión, el victimismo, la negatividad, solo produce malestar y agonía a la persona y no sirven de nada. Bueno, si, sirven para que la gente de tu alrededor huya y no quieran hablar contigo, con lo cual, hay que decidir de qué manera se quiere mirar, porque la forma en la que miras será tu aliado o tu enemigo.
