Elmalevolico
Apenas comencé a leer y me remitió a otra historia, por favor déjame contártela:
Igual se trata de un niño, que miró su cuerpo bañado de una sangre oscura como el mismo odio que sentía por quienes le trajeron al mundo. Un odio mezclado con tristeza y soledad.
Para este niño no era necesario morder para contagiar. Sus propias palabras y su presencia hacían que las personas a su alrededor sucumbieran de la misma enfermedad que el padecía, "el veneno del alma" le dijeron que se llamaba, y era tan cruel y tan miserable esta enfermedad que el pequeño no se detuvo de contagiar a cuanta persona se le cruzara en su camino.
Muchas veces se preguntaba si algún día iba a terminar este sufrimiento, el no vagaba, pero se escondía en los túneles del tren urbano para no ser visto hasta que la noche le traía un poco de paz al contemplar la luna llena.
Yo le conocí, y compartí con él muchas horas mirando esa luz que lo consolaba y le albergaba una pequeña esperanza no sé de qué, pues aquel pequeño ya falleció y lo que quedó de él no es mejor de lo que antes era...
Disculpa la intromisión, pero en verdad que tu texto me ha traído recuerdos que yo creí haber liberado. Saludos amiga!!!
12/07/12 05:07