Vivo entre lágrimas de dolor,
Asfixiándome por el tiempo,
Como la manzana podrida del cesto.

Anhelo,
Tierra fértil,
La lluvia, de un manantial vital,
Nacer una vez más,
Recibir las sonrisas perdidas,
Pero,
Lo único que siento son,
Las tristezas de las sombras nocturnas,
El crujir de los árboles al caer,
El despertar del odio,
La soga al cuello del vagabundo errante,
El ocaso del tiempo,
Aunque,
No se si existen las gaviotas del mar,
Los mares de las flores nacientes,
Ni el tiempo,
Ni la vida pura,
Sé,
Que Duermo despierto y despierto estoy dormido,
Que siento la soga cercana,
Y lucho,
Por despertar de la soledad,
Por la iluminación de la verdad,
Me aferro,
Al aire,
que emana y oxida los clavos de los crucificados,
De los ideales de poetas malditos,
De los cuerpos de ricos y pobres,
Del éxito y el fracaso.

Con palabras intento,
Describir recuerdos de sentimientos perdidos.

Oxidandome acepto,
El partir de antiguas alegrías,
Enfermar de tristeza,
Ser pasto de la tierra.

Zarpo,
A un futuro incierto,
Al filo de la navaja,
Afinando la cuerda de mi guitarra,
Pensando en ilusiones de mí alma corrompida repleta de dolor.

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