Amor Prohibido:
Rosita se ha dado cita con David; se siente confundida y tiene que acabar con esta relación ilegal, ¡Ella es una novicia por amor de Dios!
- David tenemos que terminar.
- ¿Como?
- Es que me siento como si le estuviese sacando la vuelta a Diosito.
- ¿Cómo?
- Se supone que soy su novia pes. Ya te he dicho.
- ¿Qué?: ¿Te ha pedido la mano? ¿Has hablado con él? ¿Se te ha mandado? ¿Lo has visto alguna vez?
- No seas así. Tú sabes que soy una novicia.
- Entonz soy yo… ya lo sabía. ¿Quién va a poder amar alguien como yo?
- Yo te amo…
- …pero si soy jorobao.
- Me haces acordar a mi alcancía…
- Soy feo.
- Eso es verdad. Nunca había conocido a alguien tan feo como tú.
- Y aun así dices que me amas.
- Es que trato de no mirarte a la cara. La verdad es que yo me enamore de ti el día que viniste por las hostias. Hablas taaan bonito… que me hizo enamorarme de ti. La verdad que fue una ilusión bien alucinante. Primero pensé que eras como un príncipe a corcel, azul y todo eso, pero sin caballo, después me aluciné que quizás eras como un cantante de rock o estrella de cine...
- Pero de ahí me viste.
- Si pe… ahí pensé que eras una estrella de cine, pero de terror. Cuando te conocí en persona la verdad es que me asusté. La verdad es que me asusté bien feo, pero apenas empezaste hablar… se me quito el miedo. Eres muy tierno.
Justamente cuando estaban en esas discutiendo filosofía religiosa y Rosita estaba a punto de atracar cuando escucharon un sonido fúnebre que salía de las catacumbas, Rosita voltea y se queda mirando fijamente hacia el portón, palidece y empieza a temblar.
- ¿Qué pasa? - pregunta David.
- Mira ahí. – Dice Rosita señalando las escaleras- Parece como si un fantasma quisiera salir. ¿No será el bebé?
- ¿Bebé? ¿Qué está pasando acá?
- Nada que hay un fantasma bebé.
- Un fantasma bebé… ¿y por qué no llaman a los Cazafantasmas?
- ¿Existen?
- Pues claro que sí. ¿No has visto la película?
De repente y se abre estrepitosamente la puerta acto seguido aparecen Sor Rita y Sor Ruda corriendo raudas como si les llevase su alma el diablo. Rosita, al verlas, exclama: ¡Las hermanas, me voy! Y salió corriendo detrás de las hermanas dejando a David con la boca listecita para recibir un piquito.