Si yo muriere mañana…
…ya no me importaría mi ensayo final.
…ya no me preocuparía qué comeré.
…ya no sabría el final de mi serie favorita.
Mucho se dice del valiente que de preferir, el conocer la fecha exacta y forma de su defunción, haría alarde sobre “no me importa, no tengo miedo, todos moriremos” o algún símil en respuesta a esta situación. Él era uno de esos valientes.
Después de su muerte encontré varias páginas en sus libretas que de su puño y letra dicen:
“Estoy en la plaza, en mi habituado lugar. Un hombre pasa frente a mí y me mira como si fuera yo algo extraño… algo que no pertenece al común paisaje de esta mi plaza… siento que así es.”
“Debo recordar que para ligar con las chavas debo evitar hablar sobre mis sueños, sobre mis sentimientos, sobre política o sobre lo que creo… eso las enfada, las llena de hastía hacia mi persona”
“Hic est… Hic est… pero tú no lo sabes, ...quizá mañana te vea otra vez, no importa en verdad, porque lo que sabe uno nada es si sólo uno lo sabe”
“Es extraño, cómo sucede que cuando la esperanza te abandona y comienzas a filosofar, a sentirte huraño de tu propia piel, justo cuando miras al niño con su juguete en forma de robot, o a la pareja y su meloso discurso… es entonces que te sientes vivo porque de la nada, aparece una persona que no mira el paisaje, te mira a ti, te incomoda su mirada, te asusta actuar o moverte, pero vives sin imaginar como será mañana.”
“…todo lo que he logrado… si es que logros pueden llamarse a tanta porquería… y no entiendo aún este lugar, sigo soportando los berrinches de mis impulsos y termino en esta plaza… aquí, siempre tendré 18 años sin importar el tiempo.”
El siguiente pasaje lo encontré al final de uno de sus mejores ensayos filosóficos, y digo de los mejores puesto que en él sólo habla de eso que la vida siempre le negó… debo admitir que yo mismo, acostumbraba burlarme de sus ideas, de su posición, de su visión.
“Cáncer, incluso mi muerte será irónica. Deseo regresar a la plaza y ser parte de eso que en doscientos veinticuatro páginas no logro explicar. Paciente lector, moriré de miedo e incertidumbre, no de otra enfermedad. Pacientes amigos, fallé en el intento, no habrá viaje a la playa.”
