Sobre lo acontecido a Mario el solitario
Sucede que se enamoró de un canario, sucede que él no es un canario.
Sucedió que quiso ser canario, sucedió que los canarios de él se burlaron.
Pobre y triste Mario, sordo caminaba entre las burlas.
Pobre y triste Mario, orgulloso hablaba entre escupitajos.
Obstinado fue y obstruido su camino, uno nuevo encontró que nadie más conocía.
Obstinado fue y orgulloso su corazón, uno nuevo encontró que no le dolería
jamás.
Dragón se llamó, humano se odió.
Dragón se vio, humano se reconoció.
(El tiempo le convirtió en un nuevo hombre, pero antes de ello Mario el solitario dejó fuera de él a Mendaciloquus, quien miente y nunca miente sin verdad; dejó fuera de él a Analfabestia, quien destruye sin fuerza, quien lastima sin maldad; dejó fuera lo que le estorbó y allí donde lo dejó una piedra nació)
Yo soy Mario el misántropo, el misógino, el miserable, el misterioso, el mismo