-¿Qué y tu qué tienes? ¿Por qué tan apachurrada?
-Ah
estoy cansadísima y desvelada
-¿Y eso?
-El pinche Mario otra vez, y yo de taruga siguiéndole la corriente
-¿Qué?
-Ay ya no sé que hacer con él. La primera vez estaba yo nerviosa la verdad, pero no sabía que me iba a salir tan, tan, brusco y tosco, tan arrebatado el muchacho éste
-¿Cómo, osea que el Mario es bien salvajote por las noches?
-Hijo de su
tiene carita de menso pero na´mas asoma su risita y su pervertida mirada, y ya sé que es lo que tiene en mente
-No manches, en serio
-Sí; mira, una vez me dije: Na ni madres yo le voy a enseñar que por más animalote que se comporte las mujeres también podemos ser bestias, fieras sin corazón. Así que me le puse brava
y el na´mas sonrío con su aparatito ya listo en sus manos
Hoy me arrepiento de haberlo hecho.
-¿Por, te salió el tiro por la culata?
-Se convirtió en un demonio desalmado, carcajeaba, se revolcaba en mi humillación, sus ojos se encendían como un coro diabólico a cada round que yo perdía; yo le llegaba a suplicar ya no Mario, ya por favor, dame chance, yo no tengo tanta experiencia como tú, ya no quiero seguir
pero maldito, no me dejó..
-Haber, haber
¿osea que fue más de una vez?
-Sí, ya van como unas 4 noches que se pone así y yo de orgullosa que quiero verlo a el jadeando de coraje y humillación siempre que me reta, ahí voy a hacerle caso
-Pero digo, ¿más de una vez por noche?
-Sí, es horrible, las piernitas me tiemblan cada noche así, quedo flojita y livianita de cansancio, creo que hasta he bajado de peso
-Pues tú dile que ya no la joda, que sea caballeroso y gentil
-Es peor cuando le pido eso, ya lo he hecho: se deleita humillándome, se enciende cuando me quejo y lloro y poco a poco se vuelve ese animal despiadado, incluso lo he visto bailando e imitando a un chango de puro placer
Maldito Mario
ya no vuelvo a jugar Street fighter con él
Mendaciloquus; que bueno que todo fue un videojuego; Buen humor le has injectado a tu texto.
Un Saludo...