Toma mi mano porque no quiero dejarte ir.
Sé mi vida, en quien piense cada minuto.
No te alejes de mí, te lo suplico
Cada vez te siento menos, estoy de luto.
Tu sonrisa se aleja poco a poco en secreto.
Tu mirada ya no me toca el corazón.
Mis penas de amor suenan en severas vías.
Ya no hay motivos para amar, ya no eres mi razón.
Ya no siento mariposas quemando mis entrañas.
No suelo soñar con besos nuestros.
Solo te veo alejándote de mí ser,
Cuestionando cada aliento que inclinan tus ojos diestros.
Aroma que nunca desvanecía,
Ahora solo ríe en ecos sinceros.
Donde un día fueron parlantes motines de mi piel,
Robando mis caricias a tus labios veleros.
Como si todo esto fuera una obra fingida,
Donde uno de los dos no quiere terminar,
Sabiendo un final trágico, romanceado y maquillado,
Hieres sin herirme; te separas sin nunca juntos caminar.
Delirio humillante a mi alma,
Porque me acerco a ti y solo sonríes.
Ardiente forzando mis sentidos,
A conformarse con imágenes pasadas huyendo a intemperies.
Ya eres fantasma, porque solo apareces en mis recuerdos.
Disfrutas mi agonía, saboreas mientras padezco.
Ya me debilito en ruinas dulces,
Que solo alimentan los besos que no llegarán a ti, pues me estremezco.
(Octubre 2013)
