El Renacer de un Viejo Amor
Y solamente debería romper los espejos,
botar cada pedazo de promesas incumplidas,
olvidar lo que veo en los reflejos,
dejarlas para que otros las encuentre heridas.
Mentir al futuro, a mi corazón,
que latía fuertemente a un nuevo amanecer,
mas su fin se acercó, la luna no apareció,
solo los motivos se hundieron en anochecer.
Marcaron distancias no muy largas,
un retrato dibujaba con espinas perdidas,
aun no terminaba, aun faltaba;
se perdieron los colores, dan partidas.
Olvidar otra vez, que decepcionante,
en mantos de corales que se forman,
para detener mis latidos inertes,
solo para ver como las ruinas se toman.
Descanso. La brisa es solo consejo,
me dice que mire hacia el pasado,
luego otras me empujan a carcaj demente,
contradiciendo a mi ser acosado.
Anda, me dice, lucha por lo que sientes,
pero cuando veo sus aguas, son casi puras,
de bella felicidad, como si antes hubiera ocurrido,
en un sentir que es elipsis de locuras.
No entiendo, no comprendo,
cómo pudo ocurrir esto; cómo fui solo cómplice,
del renacer de un viejo amor.
¿Por amar de verdad mal hice?.
Fui el tercero del amor de dos,
simplemente el cupido sin saberlo,
el que flechó a la que quería para mí,
y ahora solo quiero el tiempo perdido tenerlo.
Leo mis cartas, todas se perdieron;
veo mis latidos, casi todas murieron,
veo el retrato, nunca terminó;
y muertas las flores en mi huerto.
(Enero 2013)
