Cuentan que en calle ocho,
se plasman como colores,
en cuna, canto en antojo;
Dos amores, dos temores.
Llueve, cae, como un elipsis,
de pronto como testigo esperando,
se posa en una mirada;
clamando, llorando, soñando.
Y es que es indudable su amor,
como un suspiro se envuelve,
amanecer, de un ciego que no vé;
rozando, ocaso vuelve.
Palpita, delira hipnotizada,
!Oh! Tal vez, el destino, asoñado;
como carcaj, matiz poético,
conlleva un corazón añorado.
Perlas negras de temor,
llueven en pensamientos,
que suenan a pocos delirios,
frases mastines con entretiempos.
Desconfiando ignorante lucero,
puede ser un soplo convertido,
cortante, tierna penitencia;
prodigio asonante, ignoto latido.
Y cesan las palabras calladas,
sentidos opuestos como espejo,
que revela solo falsas ilusiones,
agobiado por melodía de reflejo.
(Creado: Noviembre 2010)
Gracias amigo, espero que todo este bien, Dtb mucho