A veces siento que la Tierra es como una pequeña isla en el medio de un gran océano. Para hacerme entender, haré esta comparación. Compriman al universo hasta llegar a la consistencia de nuestro planeta. ¿Lo ven? Están los continentes, las islas y el océano, que cubre la mayor parte de nuestro mundo. Los continentes serían los cúmulos de galaxias, con sus estrellas, cometas, meteoritos y planetas. Todas las ciudades y pueblitos serían los planetas con vida, mientras que las zonas desérticas, bosques vírgenes o cualquier sitio “sin presencia humana” serían los planetas inhabitados. ¿Y el océano? Sería la “el vacío” o como quieran llamarlo, donde raras veces aparece algún atisbo de seres vivientes. En este caso… ¿Dónde se le ubicaría a la Tierra? La respuesta es sencilla: las islas Hawaii, la que está en el medio de ese enorme océano pacífico, sería nuestra galaxia, en donde se ubicaría el planeta Tierra, donde viviríamos nosotros. ¿Ya entendieron? A lo mejor, por eso, creemos que somos los únicos seres vivos en ese basto océano, donde ni siquiera nos animamos a investigar lo que hay más allá de la costa. Apenas logramos alcanzar una pequeña isla, pero aún no pudimos atravesar todo ese vacío para integrarnos a las otras galaxias y, como no, a otras civilizaciones extraterrestres.

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