64 de 365
5 de marzo de 2015. Página 64 de un libro que contiene 365. Me he saltado las 63 primeras porque estaban cargadas de desilusión, decepción, tristeza y lágrimas. En realidad está página también está cargada de todo ello pero con un poco de satisfacción. Satisfacción por haber sido capaz de cerrar un capítulo que llevaba abierto 8 meses, un capítulo lleno de alegrías y tristezas, de sorpresas buenas y malas, de sonrisas y de lágrimas, de amor verdadero y de amor falso. Pero se acabó, está cerrado, he comenzado, no un capítulo, sino un libro nuevo. Espero poder llenar cada día una página con bonitos recuerdos, pero no recuerdos de los de antes, no, recuerdos de verdad. Recuerdos con una persona que no me mienta, que mediga desde el primer momento la verdad, una persona que no tenga miedo a equivocarse siempre que sea a mi lado, una persona que arriesgue por mí, que no haga caso a los comentarios o a las modas, que los jóvenes que se sienten desplazados inventan, una persona que no tenga miedo a enamorase de mí. Y es que en cuanto se habla de querer yo soy la que más siente, soy una persona con sentimientos fuertes, que en cuestión de amor no hace daño a nadie, aunque se lo merezca.
El amor no es un juego. El amor es respetar, aceptar, comprender, entender, ayudar, sacrificar, perdonar, querer, pero sobretodo, es amar.
No vale eso de querer a medias, de atraer o de gustar. Hay que quedarse con la persona a la que ames. Duele amar y no ser correspondido, pero duele más no llegar a amar nunca.
