Hay veces que llueve tanto que no puedes mirar hacia adelante, y te quedas estancada mirando al suelo, sin saber que decir ni que pensar, sin saber hacia donde ir; esperando que aparezca alguien y te de un cobijo bajo su paraguas. Pero eso no sucede siempre, hay veces en las que tienes que esperar a que deje de llover para volver a mirar hacia adelante, o tal vez otras en las que tendrás que aprender a correr bajo la lluvia sola, sin nadie que te ayude a levantarte si te caes. Aprende a solucionarte los problemas sola, no esperes que alguien aparezca y te ayude, porque eso no va a ser siempre así.
