Un espejo mugriento, que corta
Mi perspectiva impaciente, sedienta.
una demencia senil de mi ufano rostro
no recuerda, eso es lo peor de todo.
Su mirada tampoco brilla,
yo le condeno a reflejar solo lo que soy.
Nada más allá de la inmanencia,
El espejo mostrará con trasparencia la oscuridad.
El espejo comienza a resquebrajar,
escapándose con él mi vida,
el tedio de mi mirada, y mi vaga sonrisa.
Una bandera negra hondea tras mía.
Quedaria mejor tras de mi , pero me gusto un saludo cariñoso