Clava sus pies de plomo
En la fría e inane tierra;
Paciente, recorre el sendero
De los que tienen mirada eterna.
Susurra en sus pútridos oídos
Los clamores vociferantes del vacío,
Mas ellos, en su letargo, no contestan;
Solo larvas pueden hablar con ellos.
Una cárcel de mármol sempiterna,
Esconde sangre y arena en su haber;
Para las infinitas finitas miradas
Que en cada una de ella espera.
Y el cielo burlesco se torna en negro,
Para el errante que camina desalentado;
Que sueña ser preso de ese mármol,
Y aún sigue con los pies clavados.
Nadie sabe donde va. Solamente consume el chico, supongo. Debieramos unir fuerza y escribir juntos monocroma :) solamente los que este tipo odie. Tal vez asi seríamos un cáncer más eficiente. Se ve que mexican (ni de coña es mejicano) tiene mucho odio adentro.
Es un bello poema por cierto :)