Tengo en un rincón de ese reloj olvidados mis pensamientos hacia ti, aún te busco y lo sabes, pero ya no soy capaz de imaginarte junto a mi;
Persigo en esta estación sin norte el camino hecho de unos pasos invisibles, formados por tu ausencia, solitaria, amarga, fria, distante, como una noche gris incesante.
No dejo de preguntarme por qué te deje escapar, por qué subiste a ese tren, ¿para qué? para quedarme yo aqui, y ser consciente de que nunca te tuve.
Estoy intentando marcharme de este lugubre lugar, los huesos se me imprengan de el aire amarillento, amargo como el limón, que me envuelve y no me deja avanzar.
Un paso sobre otro, lentamente, candente como el rojo invisible de mis venas, balancean mis pies este cuerpo para irme, perderme y perderte con mi olvido.
duele mirar este lugar, las personas paralizadas junto al reloj, que me mira desafiante, ¡no!, no me marcho de aqui. Una parte de mi me dice que luche, pero.. luchar contra qué, ¿contra mi misma?,¿contra un tren que no aparece?,¿contra un destino distante que se esfumó contigo?..
Pum!,
¿se ha marxado?,
sí, se ha ido,
¿qué?,
pues la parte que no estaba de acuerdo de estar aqui conmigo,
¿entonces de verdad tengo dos partes?,
¿por qué si nó me iba a sentir tan vacía?. De acuerdo, aqui hay trocitos de mí rotos y allí resquebrajos de mi alma perdida en una espiral para siempre...
