¿Cuándo me convertí en este ser etéreo, hecho de palabras? ¿Cuándo deshabité mi cuerpo humano y me volví una especie de manto digital sobre las penas oblicuas de seres virtualizados, de opiniones sin dueño y ocios sin permiso?
Bajo conceptos vagos que no me refieren veo trascender hechos simbólicos, forjarse nuevos caminos, algo trillados, y me reúno en un conjunto de estrellas, titilando en alguna palabra ajena, ultrajada y al descubierto en pleno invierno, envuelta en un manto digital de penas oblicuas.
Quisiera volver al cuerpo que deshabité pero me es imposible, e incapaz de trascender hechos simbólicos titilo en pleno invierno, mientras revuelvo la mierda de un mundo que no tiene principio ni gobierno.
¿Tengo que pedirles realmente que escriban? ¿No es mi derecho exigirles que me devuelvan la vida, aquella que acordamos que era mía, aquel día que ultrajados por un conjunto de estrellas forjamos nuevos caminos?
O es que recurro tal vez, a conceptos vagos y opiniones sin dueño, quizás cíclico, quizás sin permiso de venta.
Sean las cosas como deban ser, o no sean nada, porque no estarán allí las palabras para perdonar nuestros pecados, ni habrá gobierno que no revuelva los principios, ni habrá forma de olvidar que todo importa un carajo, mientras se venda bien, se vuelva etéreo y esté hecho de palabras.
