Caminos escabrosos de los que mi alma reñiega
dolores escondidos en flores artificiales,
ocultos, para que sea solo yo quien los sufra,
alegrías que se escurren por la rejilla del tiempo...
mi escencia penetró por mis arterias buscando al corazón,
ese corazón que late solo por latir...
que se hunde en la aspereza de las ilusiones
que mastica el sabor agrio del limón marchito...
que transpira gotas de hiel ácidas y espesas...
corazón asficciado de razón, retorcido de dolor...
el vidrio del ventanal despide melodías inconclusas...
a las que mi corazón, agrio y fallecido se aferra...
atormentado...con un hilo de ilusión...