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Mi Primera Vez. Diario de una Frígida.

Nos pasamos una vida buscando la forma de no encontrarnos. Pero este mundo es muy pequeño, y tarde o abril, las hojas llegan a tocar el suelo.
Alomejor es cierto. No habrá más ayer para mañana. Alomejor un buen día consigo olvidarte, alomejor un día, cuando sea vieja y no tenga nada que perder, consigo recordar tu voz y sonreír. Espero que toda mi vida sea suficiente para olvidar la primera vez, aunque las probabilidades de olvidar una primera vez son escasas según me contaron. ¿Se puede vivir una segunda primera vez? Ya sé lo que estarás pensando, pero no. No he vuelto a ingerir pastillas de mi madre por error. Esta vez me he puesto las gafas después de levantarme despeinada y con cara de frígida melancólica. Bueno a lo que iba. ¿Se puede vivir una segunda primera vez? Por cierto, no vale lo de reconstrucción de imen, eso es muy caro y total de que me servirá. No olvidaré tu cara aunque queme todas tus fotos, aunque recuerde que ya no me recuerdas, aunque recuerde que nunca fuí tu primera vez. Ni nunca lo seré.
Y me volveré a evadir con la música de David Civera gritando tu nombre a los cuatro vientos. Total, los vecinos son sordos como yo. Que aunque quiera escucharte ya no puedo. Los reflejos de tu ausencia se sacuden en temporadas de cordura, en temporadas de locura. Y sinceramente no sé qué tipo de temporada es ahora. A veces melancólica, a veces resaviada, a veces… a veces no sé ni como estoy. Sólo sé que mis días cada día se parecen más. Las canciones de Camela que ayer escuchamos se quedan hoy como cuadros rotos en medio de una sala ancestral. Qué decir de los testimonios de aquellas viejas frígidas y resecas. O de las palabras que nos hacían tanta gracia y que empezaban por P.
En realidad recuerdo algo que no me gustó escuchar de tus labios. Una palabra que me dedicaste, empezaba por P y terminaba por A. Pero prefiero reservarla para no emborronar este manuscrito que aunque no sea de sabiduría milenaria, lo es de recuerdos frígidos. Alguien me enseñó que cuando se hace una disertación siempre es bueno finalizarla con una frase que recoja la esencia del mensaje:

QUE TE JODAN Y FRÍGIDA SERÁ TU MADRE.

*FIN*

Mssesteban23 de noviembre de 2010

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