TusTextos

El Amor de mi Vida

Esta noche estoy bastante triste solo el recuerdo me llena, te noto que ya no estas aquí conmigo y es que como voy a olvidar esos días que pasamos juntos.
Recuerdo cuando comencé a conocerte fue algo extraño, como fluían nuestras palabras por Internet por el msn, hablamos tantas veces de tantas cosas y un día mi corazón se acelero mas que nada por fin después de tanto tiempo chateando contándonos nuestra vida, nuestros miedos, nuestros más profundos secretos. Sonó el portero de mi casa y yo sin más dilación fui a abrir la puerta.
-Si diga.
-Claudia eres tú - una voz varonil sonó desde el portero -
-¿Si soy yo quien es?
En esos instantes que tardo en sonar la contestación empezó a acelerarse era como si mis sentimientos me estuvieran avisando que algo raro pasaba y yo no podía dar crédito los segundos que tardo en escucharse la contestación al otro lado del portero se me asemejaron horas.
-Claudia soy Pedro tu madrileño quise darte una sorpresa y vine a Málaga.
Y yo no podía dar crédito de lo que oía. El amor de mi vida estaba debajo de mi puerta. Tantas noches en vela hablando con el, se me fue el santo al cielo y aun no podía contestar, sentía que el estaba esperando mi respuesta, que el esperaba un sube o espera que bajo, pero no brotaban palabras de mi boca, mis labios estaban como sellados, así que después de mas de un minuto de dilación escuche su tos por el portero y esto me hizo regresar al mundo de los vivos, pero… ¿que hacia? ¿que le decía si no podía hablar? Era el hombre con el cual tantas horas pase hablando y ahora que por fin le podía tener después de tantas cartas, tantos mensajes de móvil, tantas llamadas y tantas horas conectado, no podía hablarte, no podía mediar palabra y no pude hacer mas que abrirle el portero mientras corrí a arreglarme un poco, aun incrédula de lo que estaba sucediendo.
Antes de que hubiera podido soltar la gomilla que me sujetaba el pelo ya estabas allí, yo vestida normal con ropa de diario con el pelo recogido y los nervios en el estomago, abrí la puerta y mire tus ojos antes que el resto de tu cuerpo y de tu cara y vi como te brillaban mientras que tu también mirabas los míos, nos fundimos en un fuerte abrazo en el cual sentí tu corazón latiendo junto al mío y mire de nuevo tus ojos y de mi boca solo brotaron tres palabras.
-No puedo creerlo.
No podía apartar mis ojos de los tuyos, era algo tan extraño, tan bonito, estaba ilusionada, asustada y muy emocionada, no sabia que hacer ni que decir, pero aun seguíamos en la puerta y parecía que no quisiera dejarte entrar, pero aun no estaba en mi, no podía creer lo que me estaba sucediendo ¡por fin le tenia a mi lado!
- Pasa, pasa, - le dije con la voz medio quebrada
- Claudia, ¿que pasa tal susto te llevaste que no puedes mediar palabras?
Donde se quedó la chica extrovertida, que ahora parecía una colegiala a mis 27 años ya cumplidos parecía que nunca había estado hablando con un hombre por el cual sintiera algo pero es que fue un shock bestial, fue algo increíble, una sensación extraña pero después de haberme visto reflejada en sus ojos me di cuenta que de verdad me había enamorado, que era tal cual siempre lo soñé.
- Perdona pedro es que aun estoy que no me lo creo, ¿por qué no me dijiste nada? Al menos así habría estado preparada no que me viste con estas pintas de andar por casa- dije un poco mas calmada aunque solo en apariencia-
- Pero que dices si estas preciosa, ¿si te le hubiera dicho que gracia tendría la sorpresa?
Sus ojos penetraban en los míos con tal intensidad que sentía como si me estuviera desnudando mi alma con tus ojos
- Pero pasa siéntate ¿quieres tomar algo?
- Si gracias ¿tienes fanta de naranja?
Una sonrisa salió de mis labios puesto que el sabia que fanta de naranja es lo que yo solía beber y mientras el se sentaba fui a la cocina, cogí un par de vasos y la botella de fanta mientras aun seguía sin creerme que esto era cierto. Tuve la tentación de pellizcarme en más de una ocasión para ver que lo que estaba viviendo no era un sueño si no que era real.
- Toma Pedro y bueno cuéntame ¿cómo decidiste aparecer por aquí?
- Me dieron las vacaciones y pensé porque no ir a secuestrarla e irnos juntos unos días aprovechando que tu me dijiste que tenias todo el mes de agosto de vacaciones.
- Pues me alegro de que lo decidieras.
Seguimos conversando durante horas por fin conseguíamos hablar como llevábamos meses haciendo y cada vez estábamos sentados mas cerca el uno del otro y al fin estábamos pegados, el roce que sentí de su piel aun con la ropa puesta hizo que se me erizaran los vellos y por fin él me rozo, su mano rozo mi cara para mirar mis ojos, me agarro por la barbilla suavemente.
- Claudia, tus ojos aun son más hermosos de lo que lo eran en las fotos y tu boca aun más bonita de lo que jamás pude imaginar.
- Vas a hacer que me sonroje.
- Y bueno donde quieres q te invite estos días donde quieres q vayamos ¿
No sabia que decir pero me quede pensando donde podíamos ir.
- ¿Y que te parece si nos quedamos en mi casa te doy cobijo en mi humilde morada y pasamos aquí los días que estés así te enseño Málaga?
Él asintió con la cabeza mientras sus ojos empezaron a mirar mi boca, esos ojos tan lindos que tiene, esa mirada tan dulce que tanto amor da, tanta confianza que deposite en tu mirada y mi boca no pudo hacer otra cosa que rozar la suya, mis labios rozaron sus labios y al fin el me abrazo mientras nuestras bocas también se abrazaban en un beso apasionado, sentí como el me pasaba todo el amor acumulado en meses para que viera cuanto me estaba queriendo, después de esos lindos besos, el quedo mirando la tele mientras yo me fui a la ducha y a arreglarme me sentía, feliz, segura y protegida, pero aun no me lo podía creer, el estaba aquí conmigo todo esto era cierto, estábamos juntos. Nos fuimos a cenar fuera, fue una noche perfecta. Después de la cena anduvimos por la playa y como en mas de una ocasión le prometí que haría, vimos el amanecer juntos sentados en la playa después de pasar toda la noche abrazados mirándonos y hablando, vimos como el sol salió juntos y abrazados tumbados en la arena sin dar crédito de lo que nos estaba pasando. Esa mañana me dijo que solo podría estar dos días pero que esperaba que fueran los días mas felices, puesto que antes de volver al trabajo tendría que hacer unos papeleos y yo pensé que era evidente, el estar juntos era demasiado bonito para ser para siempre, fuimos a mi casa y nos acostamos en la cama para dormir un poco después de toda la noche que pasamos en la playa.
Estábamos abrazados juntos en la cama intentando conciliar el sueño pero sin poder apartar nuestras miradas, era como si nos conociéramos de toda la vida, que todos los meses en el chat hubieran sido meses juntos, uno al lado del otro en una convivencia y no se, me sentía tan segura.
- Te quiero Pedro.
- Yo también te quiero mucho Claudia, venga cielo duerme ahora y descansa.
Supuse que el tenia tantas ganas de tomarme como yo de que me
tomara, pero al final nos quedamos dormidos ambos.
Cuando desperté, el aun dormía estaba a mi lado durmiendo, mis labios besaron suavemente su mejilla intentando no despertarlo, fui a preparar café y algo de comer para cuando el se despertara, poco después sentí unas manos sobre mis caderas y un beso en mi mejilla.
- Buenos días mi niña.
- Buenos días cielo ¿qué tal dormiste?
- Hacia años que no dormía tan a gusto, es que estaba durmiendo al lado de una princesa
De mi boca salió una carcajada y nos fuimos a tomar un desayuno aunque eran cerca de las 1. Luego el se ducho mientras yo recogía un poco la casa y lo vi salir de la ducha con la toalla liada en la cintura, como siempre hacen en las películas, no podía dar crédito a lo que me estaba sucediendo y eso que ya me había despertado y confirme que no era un sueño.
- umm que sexy estas con la toalla cielo.
El se rió mientras fue a por las cosas que con tanta charla aun no había sacado de la maleta y yo fui tras él para darle un beso, él me acaricio y me besaba dulcemente, me rozo todo el cuerpo suave y lentamente y yo hice lo mismo con su cuerpo mis manos lo recorrían mientras el desabrochaba los botones de mis pantalones y me quito la camiseta dejando al aire mis pechos y los acariciaba mientras nuestras bocas se fundieron en un beso aun mas apasionado y mas intenso que los que nos habíamos dado hasta el momento, aparto la maleta de la cama.
- Claudia ¿qué te parece si nos quedamos aquí y nos saltamos el almuerzo?
- Me parece una buena idea.
- Quedémonos aquí pues.
Sus ojos miraban fijamente los míos mientras con mucho cariño y suavidad me apoyaba sobre la cama y se ponía ligeramente encima de mí besando mi cuello y bajando hacia mi pecho, sus manos recorrían mi cuerpo creándome escalofríos por todo los sitios por los que iba rozando sus manos, se detuvieron en mis pechos juguetearon compaginando sus manos y su lengua, jugaba con mis pechos, siguió de nuevo recorriendo mi cuerpo con su boca y bajo hasta mis caderas y las beso con cariño como si fueran frágiles como las de una muñeca de porcelana que pudiera romperse si presionaba mas de la cuenta.
Sus manos retiraron mis pantalones y mis braguitas mientras que mis manos retiraban la toalla y acaricie todo su cuerpo suave y dulcemente, lo voltee dejándolo debajo de mí, mis labios recorrieron suave y dulcemente todos su cuerpo y se detuvieron en su sexo, mi lengua y mis labios juguetearon con él, mientras notaba como se estremecía, estaba duro, excitado, me sentía a gusto a su lado y descubrí como el también se sentías a gusto a mi lado.
- Claudia ¿estas segura de que deseas entregarte?
- Si Pedro quiero que me hagas tuya, llevo meses deseándolo.
- Te quiero Claudia.
Me dijo mientras me volteaba y se coloco encima de mí volviendo a acariciarme con tanto amor como llevaba haciendo toda el rato y bajo a mi clítoris y lo toco suavemente, lo acariciaba con amor, con cariño y con pasión mientras su lengua jugaba con el, introdujo un dedo en mi y mi cuerpo se arqueo, no pude evitar soltar un gemido de placer y al darse cuenta de la pasión que en mi levantaba empezó a acelerar el ritmo, a jugar mas deprisa con mi cuerpo firmemente, pero muy suavemente.
- Para Pedro para.
- ¿Te pasa algo? ¿Va todo bien mi niña?
- Si pero quiero que tu lo sientas conmigo.
Y me puse encima de el, lo tumbe en la cama y lo cabalgue, como hace un jinete, intentando domar su sexo, lo sentía en mi, estaba dentro después de tantas noches soñándolo, tantos días queriéndolo, por fin lo tenia, el estaba dentro, cuanto amor sentía en ese momento, me abrace a el sin parar de moverme en ningún momento, sentía como su respiración se aceleraba, como su pulso se disparaba y como sus gemidos llenaban la habitación sin ruido mientras que volvimos a besarnos, se acercaba el orgasmo estaba tan cerca de estallar mi ser por dentro y notaba como el también deseaba estallar quería que se vaciara en mi interior, no podía mas, necesitaba que parte de el quedara en mi. Y por fin estallamos en un gemido mudo y nos abrazamos. Seguía dentro de mi y podía notar como tu sexo volvía a su estado normal, el acariciaba mi pelo mientras besaba mi frente.
- Pedro te quiero, ojala nunca te tuvieras que ir.
- Chiquita volveremos a estar juntos, te lo prometo y esa vez que estemos no me alejare jamás de ti.
Después de pasar horas hablando preparamos algo de comer y desde ese momento el tiempo se paso volando solo se que hablábamos sin parar y nos besábamos, nos dábamos caricias fugaces y no parábamos de mirarnos cuando nos fuimos a dar cuenta ya era de noche y estábamos los dos abrazados en el sofá contándonos las batallitas y ya era la hora de cenar.
-¿Quieres salir a cenar a algún sitio?
- Umm pues como quieras Claudia
- Si quieres te llevo a la playa a comer pescadito
- De acuerdo me ducho y me visto.
- Si quieres podemos ducharnos juntos para ahorrar tiempo.
Nos metimos ambos en la bañera y la excitación fue grande al verlo de nuevo desnudo, me excite nada mas pensar lo que paso antes. No hicimos el amor pero jugamos los dos desnudos con la bañera llena de agua y jugando como dos niños chicos que están descubriendo los cambios de un sexo a otro, jugaban nuestras manos a la vez que nuestras lenguas también jugaban.
- Claudia me parece que la idea de ducharnos juntos para ahorrar tiempo no fue buena idea – dijo mientras sonreía-
- Pues va a ser que no, pero bueno merece la pena aunque no ahorremos tiempo ¿no?
Su cabeza asintió mientras mis ojos lo miraban con cariño y amor, salimos de la bañera, el me llevaba y yo no llegaba al suelo, me tenia cogida a unos centímetros del suelo y me llevo a la cama y me tumbo de nuevo. Me acariciaba mi pelo húmedo y el resto de mi cuerpo también húmedo mientras me miraba y sus ojos se clavaban en los míos, sus dedos rozaban todo mi cuerpo y jugaban con las gotas de agua que aun no estaban del todo secas, sus labios recorrían mis labios como si estuvieran explorándolos, un estudio exhaustivo de mi boca con tus labios, mientras que sus dedos jugaban por mi cuerpo como si quisieran juntar todas las gotas en una sola gota, sus labios se separaron de los míos y fueron recorriendo todo mi cuerpo saciando su lengua con mis curvas, secando mi cuerpo con su respiración y llenando mis centímetros de piel de besos, hasta que llego a mi clítoris, jugueteaba con el, su lengua se movía lentamente al principio y cada vez mas rápida, sentía como llenaba mi cuerpo cuando me introdujo uno de sus dedos en mi vagína, mi cuerpo vibraba al sentirle de nuevo tan dentro de mi, un gemido salió de mi boca y uno de sus dedos lo silencio mientras jugaba con mis labios, mis manos acariciaban su pelo, y llegue a la explosión de placer sentí como dentro de mi se fundía un orgasmo sin llegar a gritar, mordí suavemente tu dedo, mientras de mi boca se escapaba un gemido de placer, y fue entonces cuando paraste y subió a mi boca, la besó con pasión y mis manos se agarraron a su espalda como si tuvieran miedo de que se fuera, mis ojos se clavaron en los suyos, y le bese, le abrace y e ame.
- No quiero que te vayas mañana.
- Tengo que irme preciosa mía.
- Lo se, pero no quiero.
- Ni yo quiero irme pero la próxima vez será para siempre te lo prometo.
Lo seguí besando y acariciando y me puse a su lado jugando con su cuerpo entre mis manos y su pene estaba erecto y yo notaba como tenia gana de desahogarse dentro de mi ser, de cómo quería ser domado por mi, lo acaricie mientras acercaba mi boca hasta el y lo saboree suavemente, como si nunca hubiera sentido uno dentro de mi boca, como si fuera la primera vez que lo saboreaba, luego el me paro y se puso encima de mi, suavemente me penetro me hizo sentir lo que llevaba deseando sentir desde que terminamos de hacer el amor esa mañana, a el de nuevo dentro de mi, fue aun mas bonito, mas romántico y con mucho mas cariño, después de haberme sentido suya me di cuenta de que nunca había sentido nada así con otro hombre, fue en ese momento cuando me di cuenta que el era el hombre de mi vida y al lado del hombre al que quería vivir el resto de mis años, y por todo lo que me daba sentí que era lo que el también deseaba, aunque a lo mejor estuviera equivocada, pero no quería pensar eso puesto que mi corazón y mi cabeza por primera vez en mi vida estaban de acuerdo.
El siguió haciéndome suya y mi cuerpo empezó a prepararse para un nuevo orgasmo y note como sus pelos se erizaban de la excitación, como su respiración empezaba a entrecortarse, como su ritmo cardiaco empezaba a acelerarse, y volví a tocar el cielo a su lado y el justo cuando yo lo hice, se desplomo a mi lado, su respiración aun estaba acelerada y su corazón aun iba disparado, sus labios besaban mi cuello, mis mejillas y mi boca.
- ¿Niña que me diste?
- ¿Como dices?
- ¿Que me diste para que te quiera tanto?
- Yo solo te di lo que puedo darte, todo mi amor.
Nos quedamos dormidos abrazados el uno al otro cuando desperté el aun seguía dormido y quedaban muy pocas horas para que se fuera, no quería despertarlo tuve la tentación de dejarlo dormir para que perdiera el avión pero creo que no estaría bien por mi parte y lo desperté con un beso en la frente.
- Mi vida despierta que ya es de día y quedan pocas horas para que te tengas que ir.
- Buenos días preciosa, ¿me acompañaras al aeropuerto?
- Claro que si mi vida, vete arreglándote que voy a preparar el desayuno.
Todo el poco rato que nos quedaba juntos se hizo un suspiro, el tiempo pasaba volando, yo deseaba que el reloj se parara para todo el mundo y solo nosotros dos pudiéramos hacer cosas mientras.
Lo acompañe al aeropuerto y estábamos esperando que llamaran a los pasajeros para despedirnos pero estábamos abrazados, las lagrimas corrían por mis mejillas, y mientras el me las secaba con besos.
- No llores preciosa, pronto estaremos juntos para siempre.
- Las despedidas siempre son tristes mi vida, no quiero que te vayas.
Pero lo llamaron, se tenia que ir, su avión ya estaba apunto de salir y nos dimos un beso y un adiós y así despedí al amor de mi vida, como se alejaba de mi vida, fue el fin de semana mas bonito y la despedida mas triste que jamás olvidare, cuanto vacío quedo en mi después de ver como el se fue, al igual que llego el me abandono.
Ya han pasado dos meses y todos los días me llama por teléfono y me hace recordar esos días juntos y pidió el traslado para Málaga, en la empresa lo están estudiando y creo que esta vez por fin podremos estar juntos, por fin podré ser feliz...
Myta25 de abril de 2008

4 Comentarios

  • Mejorana

    Menos mal que al final todo se arregla Myta.
    Felicidades

    25/04/08 10:04

  • Abyssos

    Wow... me quede atonito al leer tu escrito, porque paso por una situacion muy similar. Felicidades, y excelente escrito.

    26/04/08 06:04

  • Knortsuiza

    oohhh!!!!! me gusto mucho lo que escribiste, es muy, muy similar a algo que me paso T_T, pero saliendo de mis recuerdos me gusto mucho te sigo leyendo

    26/04/08 09:04

  • Myta

    me alegra saber que os guste lo que escribo, lo que quiero aclarar que este escrito no tiene nada que ver con mi vida personal, sino que esta sacado de mi cabeza e imaginacion.
    Agradeceros estos mintus que me habeis dedicado y un saludo muy grande para cada uno de ustedes.

    28/04/08 10:04

Más de Myta

Chat