Después de pasar el anochecer tomando un café, pasearíamos por unas calles iluminadas solamente por las farolas. Mientras manos entrelazadas. O podría ser que termináramos en un parque, la hierva bajo nuestros pies, solo la luna como luz, viendo tan solo nuestras siluetas, guiándonos por nuestras voces.
Pero al igual que has deseado poder verme ahora. Y por ejemplo acabáramos en el parque, solos tu y yo, con la luna como única testigo. Y nos besáramos, y nos "viéramos" con las manos (quiero decir acariciarnos). Y continuáramos besándonos. ¿No crees que también podrías entonces sentir que lo deseas ya?
¿Abrazarme con intensidad, susurrarme al oído que necesitas sentir como nos fusionamos?
Oír con una mezcla de miedo, anticipación y emoción el ruido de mi bragueta al bajarse mientras me quito los pantalones. Esperar con anhelo mientras te desabrocho los tuyos?
Oír en un susurro, "sin prisas, mi amor", mientras te mordisqueo la oreja?
Mientras sientes el frescor de la hierva contra tu piel y la calidez de la mía...
Sentir como te desabrocho la blusa, o te quito la camiseta y recibes un beso suavísimo, casi sin tocar, en cada pecho, para entonces acariciarlos con mis labios?
Y al final, sentir mis manos, elevándose por tus piernas desde tus rodillas, para acabar en tus nalgas, rodeándolas, acariciando, para pasar por tu zona mas intima, mientras te beso con pasión?
Y entonces, sentir una punta ardiente contra tu entrada, y deteniéndolo todo, mirarte a los ojos, y preguntarte, ¿Lo deseas, me deseas?
Mirándote, me respondes afirmativamente, y mientras mi lengua baila salvajemente con la tuya, comienzas a sentir como algo con un ardor muy intenso se introduce en ti...poco a poco, mientras mis manos agarran tus nalgas..
Tu gemido no llega a pronunciarse, ahogado con mi lengua... Cuando por fin estoy entero dentro de ti me detengo relajándote un poco y reponiéndote de tal intenso placer que te dejo sin respiración..
Algo ahogada, me pides que continúe
Comienzo entonces a sacarlo, mientras comienzo a lamer uno de tus pezones, para cuando vuelvo a introducirlo, ya estoy succionando ligeramente el otro pezón..
Pero mientras tanto mis manos no se están quietas, y te acarician desde la base de la rodilla hasta la altura de la cintura..
Sigo así, acariciando y lamiendo hasta que el aumento de tu voz me dice que te falta poco para alcanzar el clímax. Pasando los brazos por debajo de tu cintura, te abrazo con fuerza, y comienzo a bombear rápidamente. Mientras, aunque pareces estar en otra parte, en las nubes por ejemplo, te voy susurrando cosas tipo; -Mi bella diva, siéntelo bien, llega a los cielos.
Aprietas tus piernas en mi cintura, haciendo de cinturón y me muerdes el cuello con el subidon del clímax...
Entonces comienza la bajada del orgasmo, despacito, placenteramente hasta reposar de nuevo sobre el lecho de hierba...Algo sudada, satisfecha y feliz allí tumbada, como un cuadro de un soñador.
Al descansar un poco, te das cuenta de que yo no "termine". *Aquí, prefiero saber que harías tu en esa situación, ya me lo contaras luego. por ahora sigo sin mas*
Descansados un poco. Nos ponemos bien las ropas como podemos, y nos vamos a "casa" (no me preguntes a cual) Sudados y algo sucios de tierra, decidimos tomarnos una ducha.... juntos
Por primera con verdadera luz, y por lo tanto, por primera vez viéndolo todo realmente, nos desnudamos mutuamente. Primero te desabrocho el pantalón, sin bajarlo entonces tu me quitas mi camisa, te desabrocho la tuya... Y al ir a desabrochar tu sujetador, te doy un mordisquito en el cuello, te hago dar media vuelta inmediatamente y entonces dejo caer tu sujetador, reemplazándolo inmediatamente por mis manos..
Te susurro a tu espalda; -"Divinas" y te beso en el cuello, en el lado contrario al que te mordí
Con una mano elevo las tuyas, y te cubres los senos mientras yo me agacho, para bajar lentamente tu pantalón. Soy un tanto picao, y lo hago muy despacio para ir contemplando lo que ante mis ojos se va descubriendo...
Una vez quitado tu pantalón, me levanto, y aunque estas muy cortada, estas decidida a no dejar que la timidez te arruine algo tan hermoso
Entonces bajas los míos con un lindo sonrojo y sin atreverte a mirar directamente..
Una vez sin mis pantalones solo nos queda a ambos la ropa mas interior...
Te da mucha vergüenza, pero te ayuda posando mis manos sobre las tuyas, y lentamente bajas mi ropa interior, y por primera vez ves aquello que te hizo disfrutar hace tan poco tiempo... grande, enrojecido por lo del parque y sobre todo, duro. Duro por la visión de tu cuerpo, excitado la sensación de tu piel, embrujado por el aroma de tu cabello...
Entonces llega la hora de despojarte de tus bragas, estas muy nerviosa...Te hago sentar en el vide y poso mis labios en el ombligo y despacio y suave voy descendiendo...
Cuando llego al inicio de tu ropa interior, la agarro con los dientes y la voy bajando
mientras lo hago sientes mis labios, dulces, pasar sobre tu piel, en tu zona mas intima...Ya estamos los dos como Adam y Eva...Y entramos en la ducha.

Empiezo enjabonándome yo. Y dándote un abrazo, nos frotamos, enjabonándonos a ambos, mientras nos besamos...Luego, con mis manos enjabono todas aquellas partes a las que no llegue antes, convirtiendo la ducha en un vergel de caricias y sensaciones...
Entonces, estando bien enjabonada, te toca a ti hacérmelo a mi. Lo haces con timidez al principio, pero adquiriendo confianza
Pasas tus manos por mi abdomen, por mi cuello, por mis nalgas, por mi miembro. Te arrodillas para enjabonar mis piernas. ¡Que linda te ves así, mirándome con esos ojitos, mitad tímidos, mitad apasionados!
Cuando terminas de enjabonarme, Abrimos el agua, y juntos, recibimos la caricia caliente
Mientras dejamos que el jabón se vaya, nos devoramos a besos, y te aprieto contra mi, una mano en tu espalda, la otra en tus nalgas... Sientes la rigidez de mi pasión por ti entre los dos...
Una vez limpios, salimos de la ducha. Pero aun no a acabado la noche, porque ahora tenemos que secarnos....
Con solo una toalla cada uno, anudada en la cintura, nos dirigimos al dormitorio...
Te pido que te tumbes sobre la cama, boca-abajo, notas mi peso en la cama y sientes entonces mis manos sobre tu cabello, descendiendo hacia la nuca, pasan por tus hombros y se elevan otra vez, describiendo la circunferencia de los omoplatos, y volviendo a subir hasta la nuca....
Desde allí, bajan directas, pero sin prisa, siguiendo la estela de tu columna vertebral hasta la altura de la cintura, para allí bifurcarse mutuamente, dirigiéndose hacia los costados, para volver a subir por los costados y a la espalda...
Una vez allí vuelven a bajar, hasta llegar a la base de la misma, donde un paso mas haría que la espalda perdiera su nombre allí, en el nacimiento de la columna, bailan mis manos usando tu piel de pista, asta que en cierto momento, saltar en pos de tus piernas....
Allí, descienden hacia la parte posterior de la rodilla jugueteando un poco para seguir su camino, bajando hasta los tobillos...
Una vez masajeados estos, volverían a subir, pero esta vez por la cara interior de las piernas llegando a los muslos y solo volviendo a subir justo antes de llegar a donde la pierna y muslo ya no se considera tal, entonces, otra vez en la parte superior, y por encima de la toalla, sentirías mis manos pasar sobre tus nalgas, masajeándolas suavemente, como si estuvieran dormidas y no quisiera despertarlas...
Te ayudaría a incorporarte y de pies, al lado de la cama, te susurraría que levantaras los brazos hacia arriba, al hacerlo, sentirías mis manos posarse sobre tus cadera y entonces recorrería todo tu cuerpo, increíbles corrientes de placer, al deslizarse mi lengua por toda tu columna, subiendo y bajando por cada parte de la misma hasta acabar en tu nuca que rodearía, para acabar mordiendo con pasión tu cuello...
Entonces, susurrándote al oído te pediría que te reclinaras contra la cama y así, las piernas rectas, y el cuerpo en Angulo descendente hasta apoyarte en el colchón, me colocaría detrás tuyo, arrodillándome, y solo con mis manos, te diría que separases las piernas. Y hecho esto, despacio pero con anhelo, como quien descubre un monumento nuevo, haría caer tu toalla...
Besaría entonces la cara interior de tus piernas, elevándome cada beso un poco mas, para a medio muslo, empezar a usar la lengua, para dejar un sendero placentero, pero sin líneas rectas. Tomándome todos los rodeos que pueda, hasta llegar bien arriba...
En vez de ir directamente hacia tu sexo, lo esquivaría, ladeándolo, pero dejando que mi aliento lo roce. Y así, repitiendo de nuevo el proceso le daría el mas leve de los besos.
Entonces, posando mi lengua sobre esos labios, trataría primero cada labio, para pasar después de cierto tiempo al centro, para al final hundir mi rostro en tus profundidades, oyendo con satisfacción tu respiración acelerada, tus gemidos mal sofocados...
Deleitándome en tu placer, seguiría así, hasta que llegado cierto momento. Me levantaría, y ayudándote a hacer lo mismo. Dejaría que me soltaras la toalla que tan escasamente me cubre, cogiendote de la mano, invitándote a seguirme, me tumbaría en la cama, pidiéndote que te pusieras de rodillas encima mío. con una rodilla a cada uno de mis lados, alzada contra el cielo, con la apariencia de una diosa griega que va da darle el mayor de los dones a un mortal...
Así, tu misma, a tu ritmo, irías descendiendo contra mi miembro, y nos iríamos fundiendo, aunque en esos momentos quieras echarte y abrazarme, no te lo permitiría, tu imagen es demasiado hermosa, y necesito contemplarla unos instantes mas...
Al rato, podrías inclinarte hacia a mi, despacio, mientras tus senos casi alcanzan a rozarme, y cuando por fin lo hacen, lo beso con agradecimiento.
Al bajar del todo, me abrazas, y así, la pasión se desboca, y entre gemidos, besos y mordiscos, culminamos en un radiante clímax., dejándonos agotados, sudados y felices.

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos