Una Mirada En El Tiempo (9)
La botella de Vodka seguía siendo su fiel compañera, mientras él lo quisiera ella nunca lo abandonaría...
Se dejaba embriagar una tras otra vez por el alcohol, se llenaba de las ilusiones que el mismo le producían, ilusiones instantáneas... momentos de sueños, recuerdos de glorias.. que desaparecían.
Su vida volvía a encerrarse en ese círculo vicioso del estar sin ser... Sentado en ese colchón mugriento, apoyó sus manos en la cabeza, se tiró del cabello hacia atrás e intentando con este gesto sentir dolor por algo externo que le trajese a la realidad, abrió desencajadamente los ojos.
Miró la esquina del colchón, allí bajo él estaba el cuaderno de notas que siempre lo acompañaba, en él se encontraba parte de sí mismo, había sentimientos que se escaparon fugazmente en algunos de sus viajes, retazos de pensamientos, inquietudes...
Santiago aprendió a crecer rápido, no le quedó otra en esa vida que el destino quiso para él, y en ese cuaderno, cuando el alcohol dejaba su mente libre había escrito parte de si mismo...
Se levantó, lo tomó, lo abrazó contra su pecho y lo abrió por la última página que tenía escrita, página en la que se repetía una veintena de veces una y otra vez la misma pregunta:
¿Cómo ha sido posible que siendo tan niño llegase a soportar tanto dolor por la pérdida de mis padres y ahora adulto no consigo asimilar la pérdida de Enma? ¿por qué no logro olvidarla ni un instante?
No cabía duda, la escritura lo había acompañado en esa vida de espinas... a veces también le sirvió de válvula de escape...
Leía esta pregunta una y otra vez en voz alta, miró la hoja que había usado como marca páginas, era el papel doblado en cuatro partes con la última supuesta localización de Enma, o Desiré... que más daba, en todo caso la mujer de sus sueños...
Allí sentado el mundo iba a seguir su curso, nada se pararía por él, no vendría Enma a rescatarlo, sin lugar a dudas o salía al mundo o sería devorado por él... Santiago se levantó con la idea firme de lanzarse a investigar, el primer sitio sería comenzar por el hotel, alguna pista debió dejar en sus visitas... Era imposible que la tierra se la hubiese tragado... ¿Y si Enma se marchó para salvarlo a él?
Si ella sabía que la buscaban, él que estaba a su lado también podía haber estado en peligro, ¿huyó Enma fríamente por el más ferviente amor hacia él? Santiago no paraba de hacerse una pregunta tras otra... pero además tenía que comunicarle que ¡estaba en peligro! eso fue el desencadenante para que se levantara del colchón y saliese corriendo por las calles de Madrid...
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Jorge
Un Saludo, y me ha gustado el drama relatado en tu texto. te leo en esta nueva faceta, y me gusta.
Besos.
20/07/09 06:07
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Mejorana
Magnífico Namari, yo tampoco te conocía en esta faceta. Pero escribes muy bien.
¿Cómo has encontrado a Jorge?
El muy pillín.
20/07/09 09:07
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Voltereta
Un relato muy bien llevado, en realidad quien tuvo retuvo, nunca te había visto escribir narrativa pero era evidente que serías tan buena como haciendo poesía, no me has defraudado lo más mínimo.
Interesante relato.
Un saludo Namari..
20/07/09 09:07
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Namari
Gracias Jorge, todo un honor verte por aquí. Bezzotes
23/07/09 01:07
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Namari
Mejorana, digamos que el azar... se dejó encontrar :-)
Jorge es un encanto, no lo dudes.
Bezzotes preciosa, muchas gracias por pasar, me alegro que lo hayas disfrutado.
23/07/09 01:07
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Namari
Y guardó pa' la vejez??? ajajjajajaa Voltereta.. qué A R T I S T A , estás hecho!!! ummmm muchas gracias ya sabes por qué...
Bezzotes
23/07/09 01:07
