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Venganza Era Poco Decir...

Oscar se veía como un hombrecito cualquiera, no me refiero a un chico fácil, ok si, era muy fácil, pero en el trasfondo me refiero a que parecía un chico inofensivo y muy correcto, siempre impecable y sobresaliente en su trabajo, a pesar de su baja estatura y su rostro promedio, teniaun perfecto enganche con las mujeres.

Había tenido una relación sentimental de 5 años, con una dulce jovencita, a quién había dañado en demasía, por lo que decidieron tomarse un tiempo, lo cual es solo una excusa para no seguir aquella relación, la verdad es que ella no soporto el daño.

Llegó desde el sur del país a vivir a la capital de este, le habían ofrecido un buen trabajo, un automóvil y un apartamento, por lo que era un buen comienzo para olvidar su pasado en el cual su error principal era él mismo.

Llevaba un mes viviendo en aquel hermoso edificio del sector centro, en el piso 7, específicamente el departamento 702, de la comunidad “Loraine Cambridge”, ciertamente distinguidos eran los residentes de aquel lugar.

Oscar se encontraba descansando un día sábado cualquiera, cuando se levantó, tomo un rico desayuno, y se dirigió a la lavandería, la cual se encontraba en el primer piso de aquel lugar, mientras introducía su ropa a la lavadora, entró una hermosa mujer, unos 10 o 12 años mayor que él, con unas curvas impresionantes, cabello largo y negro hasta la cintura, ojos marrones intensos, un bello pero duro rostro como si tuviera un inmenso odio hacia los hombres, por lo que se asustó al verla tan imponente, y varios centímetros más alta que él.

Su nombre era Amalia, tenía 42 años, y una voz estilo línea erótica sorprendente, extrañamente le habló cordialmente a Oscar:

- Hola vecino, creo que no te había visto antes, llevo 5 años en este edificio.

- Hola..., yo...este, bueno solo llevo un mes, mi nombre es Oscar, mucho gusto

- Yo me llamo Amalia, también es un gusto conocer a un hombre tan joven, la mayoría de los que viven aquí son un tanto mayores, solo mírame.

- Pero como dice eso Srta. Amalia, usted debe tener con suerte 30 años, y es muy guapa

- Gracias por el cumplido, aunque notoriamente soy mucho mayor…no debería decirlo pero tengo 42 años.

- ¡Vamos!, pues entonces usted se mantiene bastante bien Srta. Amalia.

- Ok, Basta con esa formalidad, solo dime Amalia, o me veré en la obligación de llamarte jovencito.

- Esta bien Amalia, no soy tan jovencito, tengo 30 años, ¿Dime, te gustaría ir a tomar un café hoy en la tarde?

- Pues claro, vivo en el departamento 603, sexto piso J.

- Muy bien, paso por tu a las 19:00.


Pasaron el rato conversando, ella se sintió extremadamente atraída por este hombre con una personalidad brillante, Amalia le contó que era secretaria en la empresa nacional de minería desde hace años, y que era divorciada hace uno 7 años,nunca tuvo hijos.
Como Oscar era un mentiroso compulsivo, mas aún si deseaba llevar a esta mujer a su cama, le contó que llevaba dos años soltero y que le habían roto el corazón dejándolo plantado en el altar cuando realmente su ex novia lo había encontrado en la cama con otra mujer, además de eso le explicó que era ingeniero en la compañía nacional de Gas.

Ella se sintió tan conmovida por la triste aunque falsa historia de sufrimiento por amor de Oscar, que no pudo evitar mirarlo con una increíble condescendencia.

Luego de unas horas, Oscar se metió a la ducha para así poder prepararse e ir a su cita, comenzó a esparcirse shampoo canturreando un tema de Nine Inch Nails, llamado “Closer”, con una mente tan retorcida tal como lo dice su letra “Quiero joderte como un animal, quiero sentirte desde adentro…”, la voz de él parecía mas cruel y fría que la del propio Trent Reznor.

Se vistió casual, aunque siempre manteniendo esa elegancia innata en él, y paso a buscar a su vecina al sexto piso. Ella vestía un short de jeans y una sudadera blanca, atuendo que hacia notar todas sus perfectas curvas.

Fueron a un café llamado “La pequeña Francia”, conversaron durante 3 horas hasta que el café cerró, repitieron dicha rutina durante dos semanas, sin siquiera besarse, Oscar era un pillo, sabía que no iba ser tan fácil llevar a esta mujer a la cama, por lo que intentó tener paciencia, a pesar de tener unos increíbles sueños con ella atada a su cama y en un sinfín de poses dignas del Kama Sutra.

Una noche de viernes, Oscar la invitó a cenar y en una movida muy vivaz cocinó para ella, a que mujer no le agrada eso, hasta la mas fría ablanda su corazón al ver tamaño esmero.

Cenaron, bebieron muchísimo espumante, se sentaron en el sofá de la sala, y ella se dejo llevar por las garras de él. Como lo mencioné anteriormente, Oscar no tenía atractivo a simple vista, pero cada mujer que lo había conocido en detalle quedaba extremadamente maravillada.

Pasaron una larga noche, Amalia tuvo orgasmos por docenas debido al manejo escénico de este hombre, por lo que se durmió en sus brazos, cosa que a él no le agradaba mucho.Cada mujer que había tenido en su cama debía irse apenas terminaba de tener sexo con él, no le gustaba involucrase, solo lo había hecho con su ex novia. Pero dejó que se quedara para volver a tener sexo a la mañana siguiente con esta sugerente mujer.

Pasaron los días y él comenzó a tener una horrible y fría actitud con Amalia, la saludaba fríamente, no contestaba sus mensajes de texto, ni llamados, una noche recibió 70 mensajes de ella, lo cuál lo hizo sentir muy asustado, comenzó a creer que esta mujer estaba loca, lo que no era algo muy lejano de la realidad.

Un día cualquiera Oscar llegaba del trabajo, y cuando entró a su apartamento, vio que todo estaba extremadamente ordenado, su ropa bien planchada, la ropa interior en sus cajones ordenadas por color, los ventanales impecables, y en la mesita de noche una limonada, la cuál aún estaba fría.

Corrió a conserjería y preguntó allí si alguien había entrado a su apartamento, por lo que el conserje le indicó que nadie, que ni siquiera hubo sensor de movimiento previo a su llegada.

Trato de calmarse y solo pensó que tal vez era el día en que iban a hacer su limpieza, por lo que llamó a la señora Marcela, su ama de llaves quién hacía limpieza a su apartamento 3 veces por semana, le pregunto si había ido a asear ese día a lo que ella respondió que no, que el día de limpieza era el día viernes, y solo era miércoles , corto la llamada abruptamente sin despedirse de ella.

No podía quedarse dormido, estaba demasiado inquieto como para hacerlo, aunque el cansancio y la presión lo hicieron dormirse en la madrugada, despertó con una fuerte jaqueca, al sentarse no lo podía creer, vio frente a el uno de sus trajes impecables, en la mesita de noche un vaso con jugo natural de naranja, dos pastillas y una nota que decía “Toma esto para tu jaqueca, siempre cuidaré de ti”.

Su piel palideció, su corazón palpitaba al ritmo de un rata de laboratorio, se sentía mareado y observado, para colmo de males fue a la cocina a buscar agua, y encontró el desayuno preparado, huevos estrellados con tocino, tostadas recién hechas, la cafetera aún con calor al igual que la comida, se asustó, boto todo al tacho de la basura. Llamó a su amiga Cinthia, una oficial de la policía de investigaciones, le rogó fuera a su casa, a lo que acudió rauda, apenas llegó miro a Oscar y toco su pálido rostro:

- Oscarito ¿estás sudando y pálido?, ¿Qué ha sucedido?

Le contó todo, y ella no podía creerlo, tomó a su equipo para constatar huellas o algún indicio de quién hubiese entrado allí, pero nada.

- Oscar, nadie ha entrado aquí, a no ser que sea un experto policía encubierto, pero yo creo que estás paranoico, tranquilízate, y si pasa algo no dudes en llamarme, debo irme.

- Está bien, gracias por tu ayuda Cin, estoy en shock aún.

Aún así no había aprendido la lección, por lo que esa noche de viernes, llevó a otra chica a su apartamento para hacerlo al estilo Trent Reznor, por enésima vez, a la cual llevó a casa a las 4 am.

Al volver al apartamento, encontró todo oscuro, y podría jurar que dejó la luz de la sala encendida, de pronto sintió que se desvanecía en la oscuridad, y se desmayó.

Despertó con una jaqueca increíble, y amarrado de manos y pies a una silla y una luz muy fuerte sobre su rostro, su corazón estaba a mil por hora, sintió que se le saldría por la boca:

- ¡Muéstrate maldita acosadora!

Aquella persona le respondió con la voz totalmente distorsionada, como en una película de terror:

- ¿Qué te hace pensar que soy mujer?

- No creo que un hombre me haga esto.

- ¿Por qué no, y si fuera un novio de una de las mujeres a las que has dañado?- ¿O su hermano, o padre?, Maldito idiota.

- Por que un hombre no hace de acosador, un hombre solo se me acercaría y me golpearía solo o en grupo, mostrando su rostro.

- Bien, y si soy mujer, ¿cual de todas soy?, juguemos a algo… por cada respuesta errónea te golpearé con un cinturón en los brazos, asi que coloca tus brazos sobre tus piernas con las palmas hacia arriba, vamos, no tengo toda la noche, ok…comienza…

- Ya sé, Karla, la bailarina, vamos nena, nunca te mentí respecto a mi persona.

- ¡NO!,- gritó y lo golpeó con todas sus fuerzas, él intentó no gritar.- Nuevamente, ¿quién soy?

- ¡No me golpees por favor!, ya se, ya se, eres Camila, la jovencita que se auto flagelaba.

- ¡NO!,- gritó nuevamente y lo golpeó aún con mas fuerzas.- Te queda solo una oportunidad, te daré una pista, no se juega con mujeres mayores.

- ¡Dios mío¡ Amalia, ¿por qué haces esto?

- Muy bien, hasta que me has descubierto, ¡Maldito puerco!

- Podemos conversar esto, ¡por favor, no tienes que hacerme daño!

Amalia se quitó el aparato que le distorsionaba la voz, y la fuerte luz de los ojos de Oscar, impresionantemente vestía un traje de látex idéntico al de Michelle Pfeiffer en Batman, lo cual aún así pareciendo una loca psicópata, se veía extremadamente sexy, de pronto tomo una silla, se sentó frente a el, y comenzó a discursar:

- Te gusta jugar con las mujeres y echarlas de casa cuando ya las has saboreado por completo verdad, ¡maldito imbécil!

- ¡Noooo!, por favor, yo jamás te di una ilusión…

- ¿Ah no?, acaso se te olvidan los chocolates a mi puerta, las invitaciones a comer, al cine, cocinar para mi y el ayudarme en las compras!

- No creí que lo tomarías tan enserio, solo mírame, no soy del tipo galán.

- Idiota, no tienes que ser un modelo de Calvin Klein para llegar a una mujer como tú lo haces.

- Amalia, te lo ruego ¿qué es lo que quieres conseguir con esto?, ¿Matarme, es eso?

- ¡Claro que no!, solo te arrancaré el Pene con esta cuchilla de cocina, bien afilada . – Mientras movía la cuchilla, y se la pasaba por la lengua.-

- ¡Te lo suplico Amalia, haré lo que quieras!, no me hagas mas daño.

- ¿ Y que hay del daño que tu causas, no solo a mí, a todas las mujeres con las que has tenido sexo sin sentimientos?, que tal si jugamos otro juego para salvar a la parte favorita de tu cuerpo…El juego es así, tu me cuentas la verdadera razón de la ruptura con tu ex y yo no te la corto J.

- ¡Ok, ok! –Mientras ella rozaba la cuchilla en su entre pierna.- Yo…bueno, vivíamos juntos y ella había viajado a la playa con unas amigas, y la cosa es que volvió un día antes de lo previsto a casa, y me..me…

- ¿Te qué?, ¡estoy perdiendo mi paciencia rata asquerosa!

- Me vio en la cama con otra mujer, teniendo sexo, es el peor error de mi vida, ella obviamente me dejó, y heme aquí, a más de mil kilómetros de aquel lugar.

- Lo sabía, nadie creería esa idiota historia del plantado en el altar, ¡ Ahora si te la corto en trocitos!. ¿Sabes por qué tu amiga de la policía no encontró huellas ni registros de mí?, soy una ex agente, estuve por 20 años y me retiré para luego pasar al área administrativa, conmigo nadie puede jugar.

- ¡No, por favor no!- Oscar cerró los ojos con todas sus fuerzas y el cuchillo se oyó caer entre sus piernas.

- Hasta que aprendiste tu lección, la verdad es que no quiero nada de ti, pero si vuelves a aprovecharte de una mujer de ese modo patético, te estaré vigilando, y te castigaré una y otra vez, mas te vale guardar el secreto pequeño demonio, recuerda que puedo culparte de violación y pasaras en la carcel muchos años, ah...y ni te cuento lo que le hacen los presos a los violadores. Tampoco pienses en cambiarte de departamento, donde vayas encontraré el modo de castigarte . - Ella sonrió maléficamente, lo beso en los labios, le paso la lengua por el rostro y se fue tarareando “Closer" de Nine Inch Nails.

Oscar jamás volvió a llevar a una chica para jugar al departamento, y cada noche dormía con la luz encendida por el temor de verse nuevamente indefenso ante ella.
Una mañana de domingo Oscar se encontró con Amalia en el ascensor, él iba con su novia, una nueva relación, bien encaminada, a lo que ella le hizo el gesto de corte en la garganta y le guiño el ojo.

FIN


visiten mi blog, he publicado muchos cuentos y reseñas:

http://escritorista-lectorista.blogspot.com/
Nataliapinup10 de marzo de 2015

1 Comentarios

  • Mcorona

    Muy buena la historia

    27/04/16 08:04

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