Cuando alguna de las dos estabamos mal, mandábamos un mensaje a la otra en el que ponía "necesito un abrazo", ni siquiera hacia falta poner el motivo de estar triste. La otra ya barajaba cuáles podían ser las opciones. Era increible. Llegar al punto en el que dos personas se conocen tanto que sobran muchas de las palabras que se dicen. Juntas aprendimos todo lo que hoy conocemos de la vida. Aprendimos que el tiempo no cura, que el tiempo hace daño. Que ser fuerte es cuestión de haber sufrido lo suficiente. Y que estar acompañada es mejor que estar sola. Y ahora estamos las dos solas. Nos tenemos la una a la otra, pero no hay rastro del amor. Supongo que estamos hechas para esto, para tenernos la una a la otra y no tener amor....supongo.

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