TusTextos

Gracias por Esas Cosas que No Se Pueden Contar.

No sé en que momento apareciste en mi vida, o cuando realmente te empecé a necesitarte en ella. Creo que fue el momento en el que arqueaste la ceja y me preguntaste, ¿pero lo dices en serio? después de contarte la historia que te hizo pensar que estaba un poco loca. Tampoco sabría decirte cuando me acostumbré a tus bostezos de los lunes y a tus sonrisas de los viernes. Llegaste a ser mi calendario; cuando sonreías sabía perfectamente que el fin de semana estaba cerca, o en defecto, un día importante. Un día algo me hizo verte diferente, ya no solo dábamos vueltas, sino que íbamos agarrados. Me acuerdo que no había una sola persona que no hablara de si estábamos o no juntos. Tú te reías. Yo solo admiraba la forma en que tenías de reirte de ello. Es gracioso. Cuando te ríes en serio, se te suele arquear la sonrisa siempre hacia un lado. Como si quisieras guiñarme un ojo al sonreír. Eso es lo que hace tu sonrisa realmente especial para mí. Pero si me preguntaran el dia que empecé a quererte no sabría el día exacto, pero sí sabía gracias a que fue. Todo el misterio está en tus ojos ¿sabes? Cuando estás conmigo adquieren un tono miel que personalmente me encanta y aún estando con legañas los lunes por la mañana, siguen teniendo un brillo especial. Cuando vi que las miradas eran sinceras, fue cuando empecé a coger apego a ese pelo despeinado, a esos zapatos desteñidos, o a esos labios agrietados por los nervios. Tienes un corazón muy grande aunque no quieras admitir que eres un buenazo. Gracias por aparecer en mi vida, no creo que fuera ni parecida sin tí en ella...Felicidades mi vida.
Neither25 de noviembre de 2013

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