TusTextos

de la Oratoria

Hemos fracasado prostituyendo nuestros sueños de humanidad. Nos dijeron, y lo hicieron de mil formas, que los derechos para existir serían iguales, pero vendemos fotografías con los cuerpos de niños inocentes masacrados por el orgullo y el dios del imperialismo permite que un pavo salve su vida. Señalan con su dedo a ese Cristo ejemplarizante, miles de jóvenes que han optado por sucumbir a la ceguera de la tierra calcinada. Pero seguimos siendo los consumidores de nuestros sacrificios. Entregamos a la revolución del sacapuntas nuestros lapiceros de colores. Aquellos que alcanzamos la madurez entre el miedo y la esperanza, hemos quedado como guardianes de una mezquina justificación para alimentar a los que gestamos.
No importa comprender muchas de las razones para habitar en el engaño; se nos ha incluído en un código ético donde un viejo obispo de Roma valora el precio de mis preservativos, o el presidente de mi país, mea muy alto en los urinarios de su palacete.
Los hospitales huelen a silencio de los corderos y clama la razón frente a la ironía de un reinado de pelos enlacados y principitos con pantalones de marca. Por robar, nos han robado hasta las suelas de los zapatos. Tú y yo y la humanidad entera adolece de una nueva razón para ser vendidos como esclavos en cualquier parquet de bolsas de imperios romanos de habla inglesa. Resurge el águila imperial de una derecha ultrajante.
Mis razones para escribir este texto son muy simples: seguir mirando hacia tu rostro para poder decirte que...sólo somos lo que otros imponen que seamos.
Neogrekosay201224 de noviembre de 2012

6 Comentarios

  • Beth

    Así es, te doy la razón en todo. Pero al menos ahora nos dejan la libertad de gritar y patalear cuando no estamos de acuerdo. Siempre, en mi vida personal y en en general, me decanto por lo positivo. Siempre pienso que pudo haber sido peor, lo cual me dice mi hijo mayor, que es muy caústico, que es el consuelo de los tontos. Yo...me moriré tonta, pero optimista. Quiero mirar al futuro sin miedo para que el futuro no me engulla, porque si no me temo que no tendré fuerzas para levantarme mañana de la cama

    24/11/12 11:11

  • Buitrago

    Asi es y asi sera, este arriba quien este pues no dista el humano en mucho del borrego. Comparto tambien ese punto de Beth que me resulta admirable.

    Un abrazo

    Antonio

    25/11/12 12:11

  • Bierrodot

    Tal y como marionetas. Tu texto me hace pensar en los problemas políticos de mi país, es tan común que suceda esto. Reforma educativa, reforma laboral, buenas propuestas, pero que nos llevan sólo a seguirlas, pues todos pretendemos trabajar y mantenernos firmes económicamente. Si entramos en este círculo, sobrevivimos de forma precaria, si no, morimos escondidos en el desierto, enterrados, quemados o desaparecidos en ácido.

    SALIDOS

    25/11/12 05:11

  • Indigo

    No obstante tener el águila imperial plomo en el ala, entre contorsiones finales, es peligrosa e impredecible debido a su demostrada capacidad de metamorfosear su incesante matanza tanto intelectual como física, en todo el orbe.
    No me sentiré seguro mientras siga su ya larga agonía.

    26/11/12 01:11

  • Serge

    No importa comprender muchas de las razones para habitar en el engaño; se nos ha incluido en un código ético donde un viejo obispo de Roma valora el precio de mis preservativos, o el presidente de mi país, mea muy alto en los urinarios de su palacete.

    Es verdad que hay cosas que nos hacen sentir indignación. Ver la desfachatez de aquellos que lamentablemente tienen el poder es algo que deja mucho que desear.

    Un gusto enorme leerte.

    Abrazos.

    Serge.

    26/11/12 09:11

  • Fabio

    Duro pero ejemplar y digno para ser meditado. El final me pareció... estremecedor, acaso, cierto. Saludos y felicitaciones por la reflexión.

    30/11/12 10:11

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