Presiento en mi largo caminar
la brisa y el viento.
Al terminar ¿dónde está el primer escalón ?
...¡Olvidado! La canción suple su efecto sonoro
en la calidez del oro de cada hoja en su renacer.
¡Quiero ver! ¡Quiero ver!
Y la luz, atravesando el alba se asoma
sobre la paloma blanca de un destello.
Lo bello es llegar a la escalera,
esa, en su estática y primera conjunción
de paso, hoja y canción.
¡Te recuerdo en tus palabras, tiempo olvidado!
Silente estado del callar y no decir nada.
Alborada junto al jardín...
Resuena al fondo el brillante Machado.
Olvidado tras el rayo renace el verso olvidado
y el camino que serpea...
Ese que Antonio Machado dejó junto a mi escalera.
¡Subamos pues...! ¡Qué ironía...!
Con Machado todo el día y ahora...
también.