Hojas, palabras, lazos de hierba sobre las rodillas.
Un tiempo de silencio me rodea,
como el vuelo de una ve sin refugio.
Palabras, que se mecen ahora en el sin sentido de la espera.
Regreso al hondo sentimiento de los colores,
de la música de Bach sonando ausente.
El Poeta se alimenta de estos espacios invadidos de ceguera,
de ausencia de luz, de tinieblas impuestas por el silencio.
¡Rilke! He pisao las veredas cuajadas de dioses dormidos.
Allí, donde la voz pregonaba la unión mística con la nada,
resonó entre los cantos rodados y el río dijo tu nombre.
Al alba las nubes asentadas sobre la pleamar, sin viento, sin cuerpo sutil,
adormecidas por la vacuidad dormían.
¡Ven, desde la alta inquietud, montaña Mágica!
¿Ven, para contemplar la danza del Oso entre la niebla y la nieve!
Han concluidos los sonoros golpes del timbal:
la muerte se reclina en la sinuosa estancia y es hermosa...
delicada como un vuelo sutil.
"Hojas, palabras, lazos de hierba sobre las rodillas.
Un tiempo de silencio me rodea,
como el vuelo de una ve sin refugio."
"Palabras, que se mecen ahora en el sin sentido de la espera...."
"El Poeta se alimenta de estos espacios invadidos de ceguera,
de ausencia de luz, de tinieblas impuestas por el silencio."
Genial!!!
Desde mi silencio al tuyo, admirado Greko.
Un abrazo grande.