Espacio roto.
Distingue los pasos firmes sobre la arena
y diseña la geografía de mi piel.
¿Qué preguntamos al mar?
Nada.
Proseguimos cercanos, próximos,
encubiertos tras la bruma densa del día.
Un eco claro nos dirige hacia nosotros.
Levedad.
Presintiendo el murmullo de la nada,
las manos se enlazan.
¿Qué decir?
Nada.