No me gusta la lluvia, aunque tampoco me gusta escribir sobre un mismo tema más de lo que quiero hacerlo, es por eso que sé que jamás publicaré una novela, ni me dedicaré a escribir cuentos o quién sabe, me parece que tampoco tendré un trabajo y una vida a la que pueda calificar de “estable”, supongo que esa es la razón por la que escribo de una forma tan personal. Nunca soporté esa sensación de obligación que me transmite el tener que realizar una misma tarea más tiempo del que deseo, es más me repugna, casi tanto como la idea de tener que trabajar para vivir. Y que es vivir sino morir lentamente, da igual lo que poseamos, o el dinero que ganemos en esta vida, el tiempo pasa y pasa igual para todos, ricos o pobres todos ven desvanecerse grano a grano el reloj de arena que marca nuestro tiempo.
Así que qué más da las gotas de lluvia que nos empapen, al final del camino todos llegaremos mojados.

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