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Soy Normal ¿por Qué? 01 de febrero de 2018
por niebla
Es ahora, que si supiera bailar; bailaría.

Un anciano empuja la silla de ruedas donde su mujer afectada por alguna enfermedad degenerativa está sentada en su propio olvido. Recuerdos sesgados sin razón aparente ni coherente. Él, entrega todo su empeño por qué estos primeros rayos de sol de primavera acaricien su rostro, que sin duda, vale más que todo el oro del mundo.

Pocos metros después, en el primer banco con el que tropieza, se sienta a reposar agotado de empujar la desdicha y, estaciona la silla delante, para poder estar los dos, frente a frente. En una sigilosa intimidad, llena de complicidades, le cuenta algo que no alcanzo a escuchar, mientras ella, lo mira con una mirada de estar perdida en un laberinto interior y profundo, tan y tan profundo, que casi la luz, ya no consigue iluminar el camino hacía el mundo exterior.

Sin embargo, para él, eso no importa, ¡No importa nada! Lo demuestra su ternura, su atención y su amor verdadero, una adoración inmensa por todo lo vivido juntos, que aunque seguramente antes casi en ningún momento fue maravilloso, a causa del ajetreo del día a día, ahora lo es.

Y como os he contado al principio, si supiera bailar, en este mismo instante, en que el vaivén de las personas es constante a su alrededor, inmersos en su fatigadora rutina, sin prestar atención en qué, a veces, el amor más bonito está en manos esqueléticas, en dónde el musculo ha perdido esplendor y deja al descubierto la delgadez del hueso, la anchura de la arterias y venas, el incompleto recorrido de los nudillos y el desmayo de la piel manchada por mil millones de tacas que son cada una, un segundo vencido.

En ese mismo instante, en que ellos saborean las escasas horas, días, o meses que les quedan con la pasión del sediento bebe, pero sin su ansiedad, es cuando me hubiera puesto a bailar, solo, o con cualquier transeúnte (a elegir mujer), sin música ni intención, un vals o qué sé yo.

Pero no. Fui un peatón más, seguramente, tan igual que el resto, que asusta.

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8 Comentarios

Es cierto, nos movemos como hormigas por caminos marcados por infinidad de congéneres y sin embargo no somos capaces de abstraernos y ver la realidad que nos rodea, que si bien, a lo mejor, no nos haría más felices, seguramente nos haría más humanos.

Buen texto.

Un saludo.

01/02/18 10:02

Gracias a los dos.

02/02/18 05:02

Si que asusta, no mirar más allá que nuestra rutina, el ir y venir de una marcada realidad. Muy buen texto, tan cercana la escena como si la estuviera viendo.
Un saludo Niebla.

02/02/18 06:02

Me encanta como escribes. Me has vuelto a sorprender muy gratamente.
Saludos!

02/02/18 06:02

Gracias Remi y Olivia.

03/02/18 02:02

Un espectador muy perceptivo y empático. Y eso que intentaba simplemente pasar y no serlo, como siempre ... Es lo que ocurre cuando se tiene alma de "escribidor" ...
Un verdadero gusto leer tu escrito.
Un abrazo

28/02/18 07:02

Me encontré de casualidad con este texto, y me quede un rato a ver si bailaban los enamorados.

Excelente narración.

Saludos gentiles.

28/02/18 08:02

Gracias Danae y Diego

01/03/18 11:03

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