TusTextos

Escena Pintada al óleo (2/2. Final)


Pasaron cinco años, tres meses y trece días; yo me encontraba envejecido de alma, mis pasos se volvieron mucho más torpes, ya no podía detallar los colores con mi mirada, mis movimientos se hicieron cada vez más temblorosos; mis palabras se volvieron secas, amargas y arrastradas.

Eran las cuatro de la tarde, recuerdo como el sol penetraba las ventanas de la sala e iluminaban el piano de cola que se encontraba dispuesto allí, recuerdo como rugía la madera cada vez que me movía torpemente de un sitio a otro sosteniendo mis pasos de entre las paredes, recuerdo que escuché a los lejos el “tic tac” del reloj que amenazaba en cualquier momento en cambiar el minutero.

- ¿Tú? (dije)
- ¿Te sorprende que esté por acá? (contestó)
- Me sorprende enormemente que hayas venido
- Pues ya ves que decidí venir
- ¿Decidiste? ¿O el destino te ancló a estos sitios por casualidad?

No contestó.

- Te ves muy diferente (me dijo)
- Los años han pasado, supongo que de alguna manera habría que notarse en mi cuerpo
- Es que no tienes arrugas, ni canas, ni escoliosis, ni artritis, ni glaucoma, ni asterixis, tú sabes, enfermedades de ancianos…
- Pero quizás si tenga enfermo el corazón
- Me lo temía, y precisamente por ese motivo decidí venir de nuevo
- ¿Para reírte de mi desdicha?
- ¿Por qué me respondes de esa manera? (evadió la pregunta)
- Porque es la verdad, vienes acá con tus cabellos, con tu mirada joven, con tu resplandeciente sonrisa, vienes a acá a burlarte de lo desdichada y usada alma que carga con mi cuerpo
- Pensé que me extrañabas
- Y así fue, y así lo sigue siendo (contesté lentamente)

Se quedó en silencio, y luego acotó

- La verdad, he venido para decirte que he decidido mudarme con Luis
- ¿Luis?
- Sí, creo que es el amor de mi vida
- ¿Te vas con él?
- En cierta forma, sí, me iré con él
- ¿Y esa decisión te hace feliz?
- Muy feliz
- ¿Y él es capaz de recordarte cuando no estás?
- A cada instante
- ¿Y te besa?
- Cada minuto
- ¿Y te toca?
- Cada vez que cierro los ojos
- ¿Y limpia tus lágrimas con sus lienzos?
- Los lienzos se cambiaron por palabras hermosas
- ¿Y desnuda tu cuerpo frente al espejo?
- No es necesario, me desnuda con la mirada
- ¿Y te regala sonrisas? ¿Te regala sus abrazos? ¿Te regala el movimiento eufórico de sus ventrículos cardíacos? ¿Te regala sus pensamientos tenues? ¿Te regala sus visiones inconscientes y racionales? ¿Te regala sus minutos y sus segundos? Contéstame, ¿te regala todo eso? ¿Te regala su mundo? ¿Te regala su vida? ¿Te regala sus desgracias y alegrías? (le dije cada vez más alto)
- Si, si, y sí, me regala cada una de esas cosas

Quedé nuevamente en silencio, hasta que logré decir:

- Te odio, simplemente te odio por olvidarme y haberme tirado al rincón como si fuese un muñeco de trapo
- Yo nunca te olvidé, ni nunca te dejé tirado, solamente me alejé porque tú así lo quisiste; tus ínfulas de prepotencia, tu sensibilidad marchita, tus pensamientos egocéntricos, tus ideas egoístas, y el no quererte alejar de tu propio enemigo: tú.
- ¡Aléjate, vete de mi casa, de mi vida, de mi mente, de mi corazón, maldita sea!

Me acerqué velozmente hacia la mesa, y tomé las tazas de cerámica que se encontraban en ella, las frutas del centro de mesa, el candelabro, los platos, los cubiertos, y los lancé hacia él con todas mis fuerzas.

- ¡Vete y aléjate de mí, déjame anclado en esta soledad y este tormentoso recuerdo de que alguna vez te tuve entre mis brazos, y alguna vez te tuve entre mis lienzos!

Con cada palabra que pronunciaba, mi corazón latía más rápido, y las lágrimas brotaban sin compasión de mis ojos.

- ¡Qué triste ver al hombre del que yo alguna vez quise, en ese estado tan patético! (dijo él)

Dio media vuelta y se fue.

Y allí quedé arropado entre los desastres de esa escena maldita y mal dibujada dentro de esta infame realidad, allí quede tirado al suelo con las manos en mi cara, allí quede con mi corazón latiendo velozmente y con las palabras entrecortadas que anhelaban en voz baja el regreso de él.

Pero nunca volvió.



Los días pasaron, y mis miradas se iban concentrando cada vez más en los detalles mentales de aquel recuerdo: de los colores, de los sonidos, de las palabras, de los sentimientos.

Recostado al marco de la puerta que daba hacia mi jardín, me encontraba con la mirada fija en el reflejo que se surgía sobre aquella laguna lejana. Podía observar como el ambiente ya no era verde, ni oloroso; sino por el contrario se había convertido en una realidad marchita e inholora. Las flores marrones, el pasto humedecido, los árboles sin hojas, las petunias negras, el barro seco, el cielo oscuro y el viento frío y escuálido.

Era como si mis sentimientos marcaran la forma y el aspecto de aquella naturaleza.

Y de repente, dejé escapar la última lágrima de mis ojos; comencé a desaparecerme, me volví etéreo, me fundí con el aire.

- Dicen que quedó encerrado dentro de sus propias visiones (decían unas personas)
- Dicen que murió y se lo comieron los cuervos (dijo una anciana)
- Dicen que se ahogó en las penumbras del recuerdo (dijo una mujer de mediana edad)
- Dicen que murió dentro de su propia mente (dijo mi amigo)

Mientras que en aquella tarde, el culpable de mi soledad, se encontraba comiendo biscochos y tartaletas en su mesa de comedor, acompañado de Luis.

Cuando sintió de repente una ráfaga caliente de aire sobre sus labios.

Él se estremeció y quedó absorto.

- Lo he matado (dijo en voz baja)

Y en ese preciso instante, se acordó de mí y empezó a llorar amargamente.
Nigth1408 de enero de 2011

11 Comentarios

  • Alumine74

    "Dicen que se ahogó en las penumbras del recuerdo"

    Yo me quedo estremecida con tu relato, sensible y cargado de excelente narrativa. Un verdadero placer que tu relato sea la companía de mi desayuno Marcos.
    Te mando un fuerte abrazo

    08/01/11 01:01

  • Alumine74

    *cuando menciono que se ahogo en las penumbras siento de alguna manera fue la razón.. me quede conmovida

    08/01/11 01:01

  • Nigth14

    alumine, nuevamente me he quedado sin palabras ante tu comentario. Muchísimas gracias por tales palabras, sabes que es un enorme placer el saber que te ha gustado, y mucho más que lo critiques de esa forma tan sublime.

    saludos y un fuertísimo abrazo!!

    08/01/11 01:01

  • Norah

    És en verdad un texto excelente, festejo haberte conocido.Saludos.

    08/01/11 05:01

  • Codigocero

    BUEN RELATO...SALUDOS!"0"

    08/01/11 07:01

  • Nigth14

    gracias a ambos por comentar, un placer que digas eso norah

    saludos a ambos

    08/01/11 09:01

  • Polaris

    Impresionante amigo, sobran las palabras.
    Pol.

    09/01/11 03:01

  • Indigo

    Brillante tú participación, saludos amigo.

    09/01/11 05:01

  • Nigth14

    polaris que puedo decir? tu comentario me ha dejado sin palabras a mi; muchísimas gracias por leerme y por regalarme esas palabras, un gran placer. Un fuerte abrazo desde acá.

    Indigo muchísimas gracias por decirme eso, sólo plasmo lo que de mi pensamiento surge y de mi alma brota, saludos :)

    10/01/11 03:01

  • Retales

    Me he remitido al primer capítulo para poder coger el hilo del relato. Me ha llenado de tristeza ese final tan duro.

    "Lo he matado".... Cóm o se llega a percibir cuando eres el culpable de algo. la conciencia nos pasa factura siempre.
    Muy bueno amigo Marcos.

    Saludos

    10/01/11 07:01

  • Nigth14

    retales que cierta son tus palabras "Cómo se llega a percibir cuando eres el culpable de algo. la conciencia nos pasa factura siempre"

    la culpa: el peor de los males.

    muchísimas gracias por leerme y comentarme, es un honor.

    saludos desde acá!!

    11/01/11 03:01

Más de Nigth14

Chat