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Palabras Vagas En Irreales Segundos!!!

Cada palabra que escapaba de su boca, eran solamente sonidos insípidos envueltos en un miedo a la nada. Un miedo sin explicación alguna.

Simples tarareos, la hacían completamente vulnerable a las miradas de muchos. Miradas que registraban su alma; se había convertido en alguien cuyos sentimientos se escondían tras una barrera de cristal que se fundió en los sentimientos absortos de un corazón marchito, que con el paso del tiempo, se volvió más seco que sus labios y más triste que sus miradas.

Roces imperfectos, sonrisas chuecas, palabras olvidadas. El tiempo transcurría como una filosa navaja, que poco a poco desangraba los dedos que cosían las telas de su vida.

Muerta, esa era la palabra perfecta. Muerta, vacía, inerte.

La inercia que provocaba las palabras en su autoestima, la hacían una muñeca de plástico que ocultaba el dolor tras la belleza de una cabellera negra, sus ojos azules agua marina, desbordaban en las pupilas mares turbulentos que zarpaban de aquellos vientos que hacían llorarla ante las inclemencias de la vida.

Y es que la perfección de las paredes, capsulaba sus sonrisas en efímeros segundos que escaparon años atrás…y hoy aún no han vuelto.



Una noche, donde las estrellas escaparon del cielo, y en donde la calma nocturna se esparció sobre los tejados como ladrones, las risas murieron hace horas, y en donde las luces de la joven madrugada eran su única compañía, ella lloró ante el inclemente susurro de la soledad maldita que se chorreó por las calles.

12 y 30 A.M. la franela rosada a media abrochar que cargaba hace una hora, ahora pendía de sus senos como prófugos a una verdad palpable y que manchaba su rostro.

Una copa de vino guindaba en sus dedos. Un botón tras otro. Y sus senos quedaron expuestos al aire.

Michelle había llegado a la conclusión, que su belleza no se tatuaba en el físico, sino en la libertad que experimentaba cada segundo en donde sus cicatrices quedaban expuestas al viento.




Ahora el proceso de exhibicionismo, se convirtió en una droga liberadora, que la hacía sentir tan importante, como si estuviese miles de gramos de heroína corriendo por sus venas.

Cada noche, después de sentirse tan insignificante como el polvo, frente a la mirada de muchos y el llamado de pocos. Se quitaba la blusa y exhibía sus senos al aire, a la nada; se dejaba llevar por la sensación fría que le corría la pantorrilla y le llegaba hasta su vello púbico.

Sentía miles de filosas navajas correr su piel de terciopelo, sentía el frío de las noches, exclamaba con gritos callados, cerraba sus ojos y se sentía libre frente a la libertad enjaulada, que nunca pudo palpar con sus alargados dedos.

Sentía como la soledad se le escurría por cada poro de su piel…la libertad opresiva de su propia mente, desapareció en la nada de los minutos orgásmicos de su propio universo.

Sin darse cuenta…que en el edificio del frente, un apartamento mantenía su luz encendida, una sombra se escondía entre las cortinas, unos ojos la miraban…y ella aún no se daba cuenta.
Nigth1407 de febrero de 2009

2 Comentarios

  • Zochi

    Me gusto mucho, Marco. Tenes una forma de narrar que atrapa. Te vas guiando al lector de una manera tan precisa que este es capaz de visualizar lo que esta ocurriendo con la protagonista. Y hasta parece entender, porque dejas traslucir destellos de luz sobre su animo, hasta parece entender el lector a que se debe el comportamiento un tanto extrano de Michelle.

    Fuerza, companero. Tu camino esta lleno de luz.

    07/02/09 10:02

  • Nigth14

    hola zochi, pues me alegra mucho que te haya gustado. en verdad tus palabras me enorgullecen de m? mismo; pero me hace mucho m?s feliz, que gente como t? aprecie mi arte y lo m?s importante: QUE LO ENTIENDA.

    sinceramente mil gracias zochi, muchos abrazos y un gran beso!!!

    08/02/09 12:02

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