Me sigo riendo, al compás de tus cuerdas vocales
Me sigo riendo, al sonido de tus ojos al moverse
Me sigo riendo, a la vibración de tus dedos
Me sigo riendo, al movimiento de tus párpados.
Entre las notas de una canción perdida
Entre los aromas de un pasado encubierto dentro de mis sueños
Entre las despedidas de un ayer que todavía no se ha difuminado
Entre los secretos que aún las cartas resguardan con celo.
Locuras de una simplicidad carcomida
Locuras de un dolor disfrazado de agonía
Locuras de palabras cobardes que se retienen entre la espada y la pared
Locuras de un sueño rescatado entre las pesadillas diurnas.
Lágrimas que desbordan palabras secas
Lágrimas que callan al sonido del reloj
Lágrimas que se niegan a decir la verdad
Lágrimas que buscan el sustento entre los melodramas de mis letras.
Y aún sigo así sigo riendo
Y aún así sigo entre tus miradas
Y aún así la locura se ríe en mi cara
Y aún así las lágrimas me siguen secando por dentro
Excelente texto Marco, dibujas con claridad y perfección las parádojas de la vida. Un abrazo.