Cuida, nueva amante, la susceptibilidad del amor, pues fácilmente se quiere; fácilmente se olvida.
En el lecho gime tu nombre; en la mente recuerda otro cuerpo.
Cuida los besos que se vuelven navajas; caricias que calcinan la dermis; pupilas que desnudan; pensamiento que fornica y no ofrece más.
Cuida de la evocación erótica; la virilidad huye del cuerpo, emite insatisfacción.
Cuida de la memoria y del mañana; el querer [amar] innoble juega con el deseo.
___________La Nínfula del Arcángel
auch
deleitante
una vision mordaz del amor o lo que confundimos con amor
muy buena, Ninfula