Quiero un abrazo tuyo, un silencio infinito.
Un beso prolongado hasta llenarnos de alegría y explotar,
Teniendo la felicidad a nuestro alcance obteniéndola con solo mirarnos.
Tu sonrisa, tímida de expresión, es mi perdición ante lo inevitable;
Observando ahora tus ojos para calmar tus ruborizadas mejillas.
Somos dos historias diferentes que tuvieron la suerte de unirse
Aceptándonos y amándonos como la primera vez, intercambiando las miradas.
Tus besos relajan, me sacuden, y me vuelvo a enamorar,
Apasionado de tus labios de suma destreza
Y a la vez, asombrado de mi realidad de suma perfección.
El frío lo sacudió y se aferró ante sus frazadas desacomodadas, insólito,
Analizando detenidamente el ámbito; observando una pequeña luz que penetraba hacia sus paredes desteñidas.
Acomodó sus sábanas blancas oscurecidas y cerró los ojos para tratar de retomar su realidad fantaseada.
Sublime