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El Ángel Caido (3/3) 20 de abril de 2012
por noctambulus
Semejantes palabras pronunciadas por un ángel eran una blasfemia en su máxima expresión, y es por ello que la mayoría no prestó mayor atención al arrebato de malcriadez y celos de Lucifer, es cierto que todos nos encontrábamos confundíos por lo que acabábamos de presenciar, y que el hecho de adorar al hombre no era de nuestro agrado, pero como dije los ángeles fuimos creados para obedecer y servir, nada más. Así que todos ignoramos a Lucifer y nos dirigimos a cumplir el mandato de Dios. Bueno casi todos, porque una parte de nosotros, la tercera parte para ser exactos sintió simpatía por su causa, y nos declaramos en desobediencia hacia Dios, ya que era imposible ignorar a un ser tan hermoso como nuestro hermano, el irradiaba luz y gracia en una forma que ninguno de nosotros podría lograr. Por lo que decidimos seguirlo sin importar las consecuencias, nuestra naturaleza de obedecer sin pensar jugó en nuestra contra llevándonos a iniciar una rebelión que terminó en una guerra que desgarró el cielo. Una tercera parte de los ángeles se declaró en contra de una orden de Dios, una negación a un acto que era considerado la humillación absoluta, lo que justificaba nuestra causa, haciéndonos pelear en nombre de la verdad, y si para ello debíamos enfrentarnos a nuestros hermanos hasta hacerlos entrar en razón, lo haríamos sin importar las consecuencias. Ese fue el error en la estrategia de Lucifer, olvidó que la obediencia es la base de todo, que convencer a un ángel de no acatar una orden de Dios es como pedirle que se niegue a sí mismo. Así fue como todo se revirtió en nuestra contra, y pasamos de ser las victimas humilladas, a ser los enemigos de Dios, los seguidores de la serpiente seductora que con sus mentiras barrió la tercera parte de las estrellas del cielo. Lucifer contaba con convencer al segundo ángel más poderoso que hay, el ejecutor de más fiel a las órdenes de Dios, el obediente y leal Miguel. Pero no fue así, Miguel permaneció fiel en su obediencia a Dios, liderando al resto de los ángeles se enfrentó a Lucifer y a sus seguidores, entre los cuales me encontraba yo para mi propia desgracia y condenación. Pero la esperanza estaba de nuestra parte, ni siquiera Miguel era rival para Lucifer, pero intervino Dios y despojó a Lucifer y a todos nosotros de nuestra gracia, nos dejó indefensos y fuimos expulsados del cielo, cayendo en el abismo, condenados al exilio eterno. Aquí concluye todo, Miguel quedó como el héroe por toda la eternidad, y nosotros como los caídos sin gracias seguidores de la serpiente seductora y mentirosa.
Ahora que ya he dicho todo lo que tenía que decir, y que ya está aclarado como terminé vagando por la tierra como un perro sin amo. Me permito mencionar un último aspecto que considero no puede pasar desapercibido, pues considero que no han sido justos con nosotros, no es que pretenda decir que no hemos cometido falta alguna, porque estoy consciente de que hicimos lo que hicimos y no lo podemos cambiar, además para nadie es un secreto que fuimos engañados por Lucifer, el nunca quiso luchar por la causa de los ángeles, eso era pura mentira de su parte, a él jamás le ha importado lo que pase con nosotros, sólo se interesa por su propio bienestar, y todo este asunto de su rebelión no fue más que un ataque de celos de alguien que no soportó que había un nuevo elemento que lo había suplantado, relegándolo a un segundo lugar. Simplemente nos utilizó para satisfacer su ego, en un intento de destruir al hombre y retomar su lugar de preferido. Sin embargo decir que actué bajo engaño no me redime de mis actos, y es aquí donde entra la palabra que me ha estado torturando desde que caí en desgracia. Porque no es posible que el hombre tenga tantos privilegios, y nosotros no tengamos ni la más mínima oportunidad de perdón. Lo digo por lo siguiente, si un ángel comete una ofensa hacia Dios este enseguida es despojado de su gracia y condenado por toda la eternidad, en cambio el hombre puede cometer cualquier tipo de ofensas y siempre tiene la oportunidad de alcanzar la redención, el perdón siempre está esperando al pecador que se ha desviado del buen camino. Esto no parece justo desde ninguna óptica, no es posible que humanos tengan todo y a nosotros no nos hayan dejado nada. Mientras para uno la desobediencia es la base de su perdición sin oportunidad de redimirse, para el otro todo es la base de su perdición, pero siempre tiene la oportunidad de arrepentirse y alcanzar el perdón y la salvación eterna. Aquí es donde de nuevo se pone de manifiesto el conflicto original, que no es otro que esa preferencia desmedida por parte de la divinidad por esa aberración de la naturaleza hecha de polvo. Mas la ironía no termina aquí, desde que el hombre fue expulsado del paraíso se ha acusado a Lucifer y a sus ángeles de ser el origen de todos los pecados, y no es que esté defendiendo a ese saco de mentiras que es mi hermano, pero es incomprensible creer que después de ser arrojados del cielo y de ser despojados de nuestra gloria por no inclinarnos ante el hombre, pretendan que ahora no hagamos nada por destruirlo. Para nosotros no existe una segunda oportunidad, no hay momento de alcanzar la redención, sólo nos espera la condenación eterna. Entonces que pretenden que nos quedemos quietos observando como el hombre hace lo que le da la gana. Porque ese es otro tema del que no he hablado, a nosotros se nos obliga a seguir ordenes sin pensar, en cambio el hombre tiene libre albedrio, puede hacer lo que se le antoje, puede ofender a Dios y luego puede arrepentirse, lamentar lo que hizo, y Dios en su eterna misericordia le perdona todo y lo trata como si fuera el mayor de los tesoros del cielo. Ahora después de escuchar esto pretenden que no sigamos en nuestro empeño de destruir al mundo, que no entienden que a nosotros ya no nos queda nada, perdimos todo lo que teníamos y no volveremos a recuperarlo. Estaremos en la oscuridad por siempre y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Es por eso que dedicamos cada esfuerzo de nuestra vida en hacer que el hombre se desvíe de su camino y se acerque a nosotros, hasta caer en las manos de Lucifer, que no anhela otra cosa que no sea su total destrucción. Pero ni siquiera en esto tenemos la oportunidad de obrar tranquilos, Dios siempre envía a sus ángeles a limitar nuestra influencia en el mundo, dificultando y haciendo más lento nuestro trabajo. Empero la ventaja de tener vida eterna así sea una vida de oscuridad, es que posees el divino don de la paciencia, ocultos esperamos, ya sea como la sombra que camina bajos sus pies, la cara que los ve al otro lado del espejo, o la oscuridad que susurra con perversidad en sus oídos mientras duermen, porque se acerca el día que los caídos nos levantaremos de nuevo y tomaremos nuestra venganza, y el hombre será reducido a lo que siempre ha sido y deberá ser, polvo en el viento y nada más.

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