La sangre traidora
va cubriendo la tierra
se inunda de lagrimas negras
enfureciendo la vida que ya
no se calla.
La esperanza nunca llego a ser
valiente, se rindió ante tanta
indiferencia, haciendo que todo
valga sin tener la conciencia de
hacer, la diferencia, entre lo malo
y lo que realmente vale la pena.
El amor sin compañía, se fue alejando
de las caricias, besos y deseo dejando
los corazones vacíos y fríos que se
fueron secando con el tiempo.
Los sueños se esfumaron con el viento
sin lograr que nadie pudiera detenerlos
la esencia y la conciencia se fueron
separando de la única oportunidad de seguir
siendo por estar muy lejos de entender la
soberbia y egoísmo de ser tan solo eso que
llamamos, seres humanos
Todo se va perdiendo ante nuestra mirada impotente para arreglar las cosas.
Corren malos tiempos.
Pero me ha gustado tu poema, Norma.