Nadie puede contar la vida por nosotros, y eso es una verdad que, sin embargo, alguien pretende que puede hacerlo mejor y te conoce, porque la estupidez es una sombra , como esa maleza (creció aún más?) en las cunetas. Nadie puede contar mejor que tú estos recuerdos, y por eso me gustan, porque al no serte extraños, nos los acercas a los que también hacemos ese camino de vuelta hacia la infancia.
Un abrazo
Carlos
(llevaré guadaña conmigo).
11/06/14 01:06
Es muy bonito... Aveces recordamos momentos pasados y nos gustaria volver a ellos y no hacen pensar que si alguna vez fuimos felices... ¿Por qué no ahora también? Gran texto, un beso.
11/06/14 09:06
La imagen de la inocencia perdida es un paisaje onírico en el que el ser humano desarrolla su felicidad, a pesar de todo. Es como un oasis en medio del desierto, que uno jamás quisiera abandonar.
Es muy cautivadora tu escritura y algo melancólica.
Un saludo.
13/06/14 11:06
Pasamos nuestra infancia deseando ser mayores para conquistar lo que creemos logros y libertad propios de la gente adulta y después nos pasamos el resto de nuestra vida añorando el niño que fuimos.
Es la época más feliz de la vida,pocas preocupaciones y mucho tiempo para jugar y fijar nuestra atención en las cosas pequeñitas que ya no vemos de adulto.
Seguiremos buscado aquello que se perdió en la vorágine de nuestras vidas y afortunado seremos si nos acercamos en algún momento.
Saludos
31/01/15 03:01