Y miro hacia atrás y ya no veo la luz que antes me guiaba,
y miro a mi lado y ya no está tu mano que me acompañaba.
Al frente solo la oscuridad, enciendo la mecha, prendo el cañón,
lanzo un disparo a mi niño interior, que yace herido en la habitación.
Ya no hay sueños, no hay historias que contar,
solo un viejo recuerdo con olor a alquitrán.
Ya no quedan más recuerdos, ni tesoros que encontrar,
solo un alma ya vacía con secretos que ocultar.
Y hoy te miro y me reflejo,
en tus ojos empapados de dolor.
te cobijo y recuerdo a aquel niño
que esa noche se murió de dolor.
Y camino sola sin nadie a mi alrededor,
mi pista es la vida y está sembrada de dolor.
Desencantos, desmentiras, solo odio y rencor,
pero tu cuando me miras enciendes el farol.
Ahora miro atrás y veo devuelta la luz,
y miro a mi lado y vuelves a estar tu.
Al frente mi ángel me indica el camino, enciende la mecha, marca mi destino,
entro a correr y llego a la puerta, ayúdame a entrar, acompáñame a mi meta.