Como un histrión representando su papel, frente a un público cegado que cree lo que sobre las tablas se interpreta, y parece que es inane todo aquello que yo intento, mis esfuerzos por, aunque sea, aprenderme el guión, o improvisar. O ser la que, tras el telón, observa el llanto del espectador y querría acudir a apaciguar su aflicción. Pero el que observa siempre prefirió a la estrella de la escena, no a la que limpia torpemente los camerinos o las esquinas olvidadas que nadie pisa si quiera.
A veces enloquecemos al sabernos distanciados de lo que hacemos, al comprender el teatro de la vida, pero no por ello dejamos de ser menos humanos.
Buen texto. Un saludo
Lo que enloquece es ver como muchos prefieren la falsedad de ciertas personas, y no ven toda la mierda que contienen, y que sobre ti caigan reproches de todo tipo y nadie sepa apreciarte.
Buen texto Olivia. El tiempo pone a cada uno en su lugar, las caretas se caen, el teatro se resquebraja y solo queda la esencia de cada persona a la vista.
Besos.