Empezada luna llena
Yo lloraba agonizada
Y tu risa acanallada
Era signo de condena.
Tu desdén era un suplicio,
Mas la luna derramaba
Un sinfín de sangre flava
Que usabas como delicio.
¿Recuerdas tal ocasión
Cuando frente mi ventana,
Con una lágrima arcana,
Implorabas mi perdón?
Ahora te vas galante
Simulando no sentir
Pero sueltas al partir
Los sollozos de un amante.
Buen poema
Saludos
Antonio